Catalunya aspira, como territorio comprometido, a un mundo más libre, justo, igualitario, sostenible, equitativo y en paz, donde los derechos humanos sean respetados, protegidos y garantizados. Con una amplia mayoría, el Parlament ha dado luz verde al Pla Director de cooperació al desenvolupament 2019-2022, un plan que prevé un crecimiento progresivo en la inversión en esta materia hasta alcanzar el 0,7% el año 2030.

Este plan recupera el objetivo de la Llei 26/2001, que ya preveía destinar el 0,7% de los ingresos corrientes no condicionados a la Ajuda Oficial al Desenvolupament (AOD). Según las estimaciones realizadas, esta cifra equivaldría a 261,71 millones de euros en el 2030. Para alcanzar este hito, el Plan plantea un aumento de 20,82 millones de euros anuales los años 2020, 2021 y 2022 según las disponibilidades presupuestarias y dibuja los crecimientos necesarios para ir hacia el objetivo marcado para el 2030.

El nuevo Pla Director de Cooperació, aprobado por amplia mayoría en el Parlament, fija siete objetivos estratégicos vinculados al desarrollo sostenible y planteados bajo el enfoque de género y de los derechos humanos

El compromiso del 0,7% en cooperación es uno de los puntos relevantes del Pla Director 2019-2022, que se ha elaborado respondiendo a la voluntad de asumir y desplegar, desde la política pública de cooperación al desarrollo, el nuevo marco internacional de la Agenda 2030 y de sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Adoptados por la Asamblea General de Naciones Unidas el año 2015, los ODS representan un hito fundamental para el conjunto de las políticas públicas, especialmente para aquellas más vinculadas con el desarrollo. El plan, además, mantiene su compromiso en el enfoque de género y de defensa de los derechos humanos, ya inherentes en el ADN de la cooperación catalana.

Siete objetivos estratégicos

Teniendo en cuenta el previsto aumento presupuestario en cooperación, el Pla Director 2019-2022 establece una serie de prioridades para los proyectos de desarrollo, que se traducen en siete objetivos estratégicos siguiendo la lógica de la visión 2030 y de los ODS.

Los tres primeros se centran en la defensa, garantía y ejercicio de los derechos humanos; en el cuarto destaca la promoción de la sostenibilidad ambiental y la lucha contra el cambio climático; el quinto subraya la promoción de la gobernanza democrática; el sexto contempla la cultura por la paz; y, finalmente, el plan incluye un séptimo objetivo centrado en retos globales del desarrollo, donde tienen cabida especialmente las desigualdades y las migraciones.

Visita en una cooperativa de mujeres agriculturas en Kolda (Casamance, Senegal)

Visita en una cooperativa de mujeres agriculturas en Kolda (Casamance, Senegal)

De la misma manera que se apuntan unos objetivos estratégicos, también se acotan unas zonas geográficas, incorporando una lista de países y pueblos prioritarios, así como zonas de especial atención y también zonas y colectivos especialmente vulnerables. Entre las áreas de especial importancia para los próximos cuatro años hay el Mediterráneo, África y América Latina. La necesidad de recuperar la educación para el desarrollo como línea estratégica ocupa, asimismo, un espacio destacado en el plan, que pretende avanzar hacia una coherencia de políticas públicas que vincule toda la actividad del Ejecutivo al desarrollo sostenible, incluyendo actuaciones en el interior de Catalunya, tomando como referencia el marco universal de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Foto portada: Visita de Terreno de un equipo de la ACCD en Funhalouro, Mozambique. El proyecto es una iniciativa de Ingeniería Sin Fronteras y la Unión Nacional de Campesinos de Mozambique