A pesar de que en verano el problema es más visible, es posible tener los talones secos y agrietados durante todo el año. Es más común de lo que pensamos. Y, sobre todo, suele estar asociado a personas que pasan muchas horas de pie y a las que tienen la piel muy seca. Otra causa es el tipo de calzado utilizado, porque si es muy duro favorece esta condición.

Generalmente, la gente que tiene pie cavo suele apoyar más de lo habitual el talón y delante, en el antepié, por lo que podría estar relacionado con la pronta aparición de la sequedad del talón.

Cuando consideramos que hay una zona alterada en la planta de los pies, queremos eliminarla. Esto sucede especialmente en los talones, cuando vemos una zona blanca o amarillenta de consistencia diferente al resto de la piel del pie. Además, a menudo tiene una tendencia rasposa y puede producir dolor. Sin embargo, bajo esta apariencia de lo que creemos que es un callo o una zona deshidratada de la piel puede esconderse alguna patología que haya producido ese exceso de piel en la zona. Por eso, si se elimina en casa con una lima no solo no se estará solucionando el problema, sino que se podría agravar.

Debemos cuidar de nuestros pies todo el año

Sobre las grietas, se suelen producir en zonas de roce como son los dedos, los talones o los laterales del pie cuando están deshidratados. La fricción constante con el zapato es la que produce una alteración de la capa superficial de la piel y de sus células “despegadas” del resto de capas. Por ello, es fundamental realizar una rutina de hidratación diaria que mantenga la piel flexible y nutrida.

Talones
Talones

Consejos para la sequedad y las grietas en el talón

Lo principal es la prevención. Si ya han aparecido la sequedad y las grietas en los talones, hay que encontrar el origen del problema y resolverlo. El uso de cremas con urea en estadios iniciales puede ser una buena opción, como también lo es la vaselina o cremas con este producto, y el ácido hialurónico. Si existe grieta que molesta o está abierta, debe revisarlo un profesional universitario especialista en el pie.

Las grietas pueden ser zonas deshidratadas o esconder enfermedades de la piel como eccemas, psoriasis o tiñas y, en este caso, limarlas es muy contraproducente porque podría aumentar la gravedad de la patología. En estos casos, el tratamiento no requiere un limado de la zona, sino la aplicación de ungüentos específicos que traten la patología.

Es más, el uso de limas para los talones secos y agrietados se desaconseja en la mayor parte de los casos, porque muchas personas no saben hasta dónde hay que lijar.

Caminar descalzo en casa y en la playa es recomendable sin abusar. En la playa, siempre por arena mojada y dura, evitando zonas inclinadas que pueda crearnos inestabilidad y, con ello, molestias articulares.