La idea de que la luna puede influir en nuestro estado de ánimo y las emociones no es nueva, aunque las investigaciones actuales no parecen respaldar esta teoría. Durante siglos, muchos médicos han atribuido determinadas alteraciones del comportamiento a la acción de la luna. De hecho, de ahí viene la palabra lunático. Se pensaba que las diferentes fases afectaban al sueño, la actividad cerebral o la salud reproductiva.

La luna en la historia

La idea se puede encontrar en tratados de medicina de la antigua Grecia y Roma. Más recientemente, durante la década de 1970, el psiquiatra Arnold Lieber difundió la teoría de que la luna influía en las mareas biológicas del cuerpo y alteraba el comportamiento humano, lo que provocaba un aumento de las tasas de violencia y homicidio.

Aunque muchas de estas teorías han sido desacreditadas por la ciencia, lo cierto es que los ciclos de la luna sí que tienen una cierta influencia en nuestro organismo, al igual que en las mareas del océano, los corales de arrecife, los gusanos que habitan en el mar y los ciclos reproductivos de algunos peces.

Los estudios actuales

En cuanto al organismo humano, sí que hay que estudios que han encontrado una cierta relación. Por ejemplo, esta investigación llevada a cabo por la Universidad de Washington concluye que las personas se duermen más tarde y duermen menos en las noches antes de la luna llena.

Otro estudio como este de la Universidad de Copenhague concluye que la luna llena puede estar asociada con un sueño menos profundo y un aumento de la latencia del sueño, el período entre el momento en que se concilia y el sueño y se inicia la primera etapa del sueño REM. 

También se ha analizado cómo afecta de forma diferente según el sexo. Esta investigación de la Universidad de Surrey concluye que muchas mujeres duermen menos y tienen menos sueño REM cuando se acerca la fase de luna llena, al revés que los hombres.

Mujer intentando dormir / Unsplash
Mujer intentando dormir / Unsplash

En cuanto a la influencia en las patologías psiquiátricas, en este estudio de Suiza que analiza 18.000 registros médicos de diferentes hospitales concluye que no hay relación entre los ciclos lunares y la duración de las estancias en el hospital o el número de admisiones o altas de pacientes hospitalizados en las instalaciones psiquiátricas.

Sin embargo, existe una excepción a esta conclusión general. Sí que se ha descubierto que las personas con trastorno bipolar pueden verse afectadas por los cambios en el ciclo lunar. Sin embargo, esta conexión entre el estado de ánimo de la luna se puede tratar cambiando algunos medicamentos (especialmente medicamentos para la tiroides y antidepresivos) y usando terapia de luz.

En cuanto a otras influencias, en esta investigación realizada en la India se midieron los efectos del cambio de los ciclos lunares en los sistemas cardiovasculares de los participantes. Descubrieron que la presión arterial se redujo en alrededor de 5 mm Hg durante las fases de luna nueva y luna llena. Y por último, respecto a los ciclos menstruales, los últimos estudios no han encontrado asociación entre la regla y los ciclos lunares.