En ocasiones, sentimos que nos cuesta más mantener la concentración y tareas que normalmente hacíamos en poco tiempo, ahora nos llevan mucha más dedicación. Los factores que influyen en esta pérdida de concentración son diversos, entre ellos cambios radicales en el entorno o incertidumbre ante el futuro, que derivan en ansiedad. Sin ir más lejos, según los psicólogos, la pérdida de concentración ha sido una de las consecuencias del confinamiento que nos ha tocado vivir, a causa del Covid-19, y que ha provocado innumerables cambios en muy poco tiempo (teletrabajo, negocios cerrados, pérdida del puesto de trabajo, etc.). Para combatirlo, tenemos diferentes herramientas en nuestra mano y una de ellas es… ¡la alimentación! Así es como una dieta correcta puede ayudar a concentrarnos.

Los factores que influyen en esta pérdida de concentración son diversos

Los secretos para garantizar que nuestras funciones cognitivas estén al cien por cien están al alcance de cualquiera: un descanso adecuado, actividad física moderada y una dieta equilibrada. De hecho, son varios los estudios, tanto nacionales como internacionales, que han analizado los efectos de una alimentación saludable sobre la función cognitiva, llegando a la conclusión de que apostar por productos sanos, muchos de ellos propios de la Dieta Mediterránea, contribuye a mejorar el rendimiento y, por tanto, la concentración. Vamos a conocer cuáles son algunos de esos productos.

Concentración
Concentración / Fuente: Unsplash

Aceite de oliva

El consumo a largo plazo de una dieta en la que el aceite de oliva es la grasa principal, como ocurre con la Dieta Mediterránea, mejora la función cognitiva de los consumidores.

Pescados azules

Los pescados azules tienen un alto contenido de ácidos grasos omega-3, que son muy beneficiosos para el correcto funcionamiento del sistema nervioso central y que favorecen la concentración.

Vegetales de hoja verde

Para estimular el cerebro, es aconsejable consumir vegetales de hoja verde como las  acelgas, las espinacas, los berros o el brócoli, entre otros. Estas verduras son ricas en vitamina B9 que mejora el funcionamiento de las neuronas. Algunos de estos vegetales también tienen un nivel interesante de flavonoides, que mejoran la circulación de la sangre al cerebro, lo que tiene el efecto de estimular la atención y la memoria.

Frutos secos

Los frutos secos son grandes aliados para recuperar la atención y la concentración. Sus vitaminas, minerales y oligoelementos, entre ellos el zinc, son los encargados de reactivar nuestro cerebro. A ellos hay que añadir algunas frutas desecadas, como orejones o pasas, que también desempeñan ese papel. Además, son un aperitivo estupendo.

Plátanos

Las frutas, en general, son muy recomendables en cualquier dieta saludable, pero los plátanos, en particular, son una excelente fuente de energía para el cerebro. Su aporte de potasio y manganeso, además de su contenido en vitamina B6, lo convierten en un alimento esencial para mejorar los procesos de concentración.

Arándanos

Los arándanos son un verdadero cóctel de antioxidantes que proporcionan un chute de energía inmediata para nuestro cerebro, lo que se traduce en la mejora de nuestra capacidad de concentración durante varias horas.