Nutrición. Ni dietas ni productos milagrosos. A la hora de perder peso y cuidar la salud, no hay nada como recurrir a información de calidad.

Cuando hablamos sobre nutrición nos llegan a la cabeza multitud de frases asociadas, terminología difícil de entender, fuentes más o menos fiables… Y al final, no sabemos a quién creer o de que información fiarnos.

Por eso, queremos explicarte en este artículo esos términos que muchos profesionales usan a la hora de referirse a temas relacionados con la nutrición actual. Pero con el objetivo de que los entiendas y los puedas llevar a la práctica. Solo así podrás conseguir que tus rutinas de ejercicios sean eficaces para quemar grasa.

Repasamos conceptos a veces confusos

Nutrición, ¿es lo mismo comer que nutrirnos?

Se define nutrición como el aprovechamiento de las sustancias procedentes del exterior. Y a partir de ellas, la renovación y conservación de las estructuras del organismo. Además de obtener la energía necesaria para desarrollar la actividad vital, manteniendo el equilibrio hemostático.

Nutrición
Nutrición

Un término aparentemente sencillo pero que, a veces, resulta tremendamente complicado de poner en práctica. Comer y nutrirse no tiene por qué ser lo mismo. Aún menos en una sociedad donde el acceso a productos y no a comida real (puedes ver la diferencia aquí), altera la normalidad de nuestro funcionamiento evolutivo.

Es decir, altera las sensaciones de hambre y saciedad a través de alimentos procesados. Que a su vez son elaborados con la intención de mantener al consumidor ‘atado’ a ellos. Ocurre con frecuencia en los desayunos.

Dietetica y dietoterapia

La Dietética es la disciplina que estudia los regímenes alimenticios en la salud o en la enfermedad. La dietoterapia, además, aúna los conocimientos sobre fisiología de la nutrición y la fisiopatología del trastorno en cuestión.

¿Qué es un nutricionista?

Es un profesional de la salud, con titulación reglada, universitaria y homologada, reconocido como un experto en alimentación, nutrición y dietética. Con capacidad para intervenir en la alimentación de una persona o grupo.

Sin embargo, el nutricionismo, es una corriente que hace descansar en los nutrientes aislados las virtudes que tienen los alimentos en su conjunto. Por ejemplo: toma mucho calcio que es bueno para los huesos, incorpora suficiente omega-3 en tu dieta porque es bueno para tu salud cardiovascular…

Consejos llevados al extremo y descontextualizados que dan propiedades casi milagrosas a ciertos nutrientes.

La consecuencia del nutricionismo

La industria alimentaria ha aprovechado este término para generar un enorme catálogo de alimentos. O mejor dicho, productos funcionales. Es decir, etiquetar a un alimento como mejor o peor en función a los ‘extras’ que le han añadido de forma sintética. Por ejemplo, leche fortalecida con calcio o galletas ricas en fibra.

Esto ha generado una tremenda confusión en la población que se empeña en seguir comprando productos pensando que esta tomando la mejor decisión.

Y al contrario. Si la actualidad nos bombardea con los terribles efectos de la grasa de palma, curiosamente, en la misma proporción, se lanzan nuevos productos al mercado libres de éste componente. Seguimos comprando el mismo producto, con un pobre valor nutricional, y otros aditivos pero con la tranquilidad de que mantenemos alejados a ese enemigo.