En los tiempos que corren, es lógico tratar que nuestro sistema inmune esté fuerte para poder luchar contra virus, bacterias, hongos, etc.. No sólo estamos hablando de la covid, sino de estar fuertes para no enfermar durante el cambio de estaciones y el cambio de temperaturas

De manera que si queréis saber cómo podemos mejorar nuestro sistema inmune para estar fuertes y preparados para luchar contra los agentes externos que pueden hacernos enfermar, os recomendamos leer el artículo de hoy. Hay muchos factores que afectan a nuestro sistema inmune o que pueden ayudarnos a reforzarlo:

Abrir Ventanas
Abrir Ventanas

Glucosa

El estilo de vida que llevamos y lo que comemos a diario afectan al rendimiento de nuestro organismo, a todas las funciones que desempeña y a su poder de recuperación y lucha contra agentes externos. Un abuso en alimentos que se convierten en glucosa en nuestro organismo (azúcares, hidratos de carbono…) no nos resulta favorable. Debemos reducir a un nivel optimo o saludable los niveles de glucosa en nuestro organismo, para ello debemos evitar ciertos alimentos y priorizar otros alimentos más saludable y ayudar a nuestro metabolismo a extraer energía no sólo de la glucosa sino también de las grasas buenas.

Los cambios de estación suelen afectar a bastante gente

Vitamina D

La exposición solar es básica para los seres vivos. Con el estilo de vida actual en que pasamos mucho tiempo en oficinas, casas y lugares cerrados en general, la vitamina D se ha visto reducida en muchas personas hasta el punto de tener que suplementarla.

También hay quienes evitan la exposición solar por temor al cáncer de piel, sin embargo una deficiencia de vitamina D favorece que este tipo de cáncer aparezca. Los niveles óptimos de vitamina D están entre 60 y 80 nanogramos por mililitro. Si esta muy por debajo de estos niveles debemos subir esta vitamina lo más rápido que podamos. En estos casos si podemos suplementarla hasta subirla y después mantenerla en buenos niveles a través de tomar el sol y de la alimentación (salmón, mantequilla, yema de huevos, etc.)

Vaporización

Podemos realizar vaporizaciones de 1 a 2 veces al día. Al bol de agua podemos añadir aceites esenciales variados como aceite de árbol de te, de eucalipto, lavanda, etc.. cualquier aceite que sea antibacteriano y que se pueden utilizar tanto como remedio una vez hemos enfermado o de manera preventiva.

Abrir las ventanas

Por último, es muy beneficioso ventilar nuestro hogar todas las mañanas, durante al menos 5 minutos. No hace falta un tiempo excesivo sobre todo teniendo en cuenta que vamos de cara al invierno. Además debemos abrir bien persianas y cortinas para permitir que el sol invada nuestro hogar.