El conflicto por el nuevo CAP del barrio del Raval, en Barcelona, se complica. La Plataforma Raval Norte ha ocupado esta mañana la capilla de la Misericordia y reclaman a las forçes políticas municipales que en este espacio se ubique el nuevo centro de asistencia priaria (CAP) Raval Norte, como inicialmente había planteado el equipo de gobierno de Ada Colau
La acción del vecinos tiene lugar dos días después de que el Ayuntamiento de Barcelona haya decidido no rescindir la cesión de la capilla de la Misericordia en el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (MACBA). A la reunión de la Comisión de Economía celebrada el martes pasado la mayoría de los grupos de la oposición votaron en contra de la propuesta de romper la cesión de este espacio en el MACBA, aprobada por el pleno municipal el año 2013, en época del alcalde Xavier Trias.
El Raval ha decidido #JaAlaMisericordia
— NINGÚN Raval Norte digno! (@NordRaval) 21 de marzo de 2019
Esta acción es una respuesta a la actuación de los grupos municipales que niegan una solución inmediata a la CABEZA|CABO|JEFE @NordRaval pic.twitter.com/JgMpxnjXIp
Ante el resultado de la comisión, entidades vecinales y trabajadores del CAP anunciaron que intensificarían sus protestas. La plataforma reclama un acuerdo antes de acabar el mandato. "No aceptaremos que la decisión de construir el nuevo hacia la Capella de la Misericordia se aplace sine die por culpa de la ineficacia de los partidos y las instituciones, y de los debates interesados que han generado", ha añadido en un comunicado.
El PDeCAT, PP, Ciudadanos, PSC y el concejal no adscrito, Juanjo Puigcorbé, se opusieron a romper la cesión, mientras que el grupo de Ada Colau y la CUP votaron en contra. ERC se abstuvo y volvió a poner encima de la mesa|tabla la propuesta de construir el nuevo CAP en un terreno situado en la Facultad de Geografía e Historia.
La plataforma ya ha comunicado al Departament de Salut y a los partidos políticos que no ven viables las alternativas propuestas, como por ejemplo la que plantea ERC en unos terrenos utilizados por la UB. Argumenta que supondría perder espacio público, tener que negociar con terceros y afectación para las viviendas de los alrededores. También habría problemas de accesibilidad y de movilidad para las ambulancias.