El escándalo del espionaje del CNI en las negociaciones para la alcaldía de Barcelona ha puesto el foco en varios políticos y uno de ellos es Manuel Valls. El líder de  BCN pel Canvi ha dado una entrevista a La Vanguardia donde se ha desvinculado de las acusaciones de su complicidad para impedir un gobierno municipal independentista. También ha negado que detrás de la segunda investidura de Ada Colau hubiera una "operación de Estado" y ha reivindicado que él apoyó el gobierno de los comunes en Barcelona voluntariamente, ya que le parecía un "mal menor" al lado del candidato de Esquerra Republicana (ERC), Ernest Maragall. "Yo quiero impedir un alcalde independentista y nadie me dice lo que tengo que hacer. Tengo muchos defectos, pero actúo libremente, sol. Y no tenía ninguna vinculación con el Gobierno", ha afirmado. Valls ha remarcado que no recibió presiones

"Cualquier servicio de inteligencia actúa cuando hay un peligro para la integridad de un Estado, ante el terrorismo, el crimen organizado... Aquellas negociaciones salían en el minuto a la prensa. No había ningún tipo de secreto", ha sostenido Valls, a quien opina que no se espiaron las negociaciones por la alcaldía de Barcelona. Cuando es preguntado por qué cree que Maragall ha acusado a Colau de estar involucrado, ha respondido: "Por el victimismo. Es su manera de hacer. Lo que no es independentista es facha, es un agente de l'Estat.(...) Eso lo dicen para provocar una polémica y alimentar las teorías de la conspiración".

Tensión entre ERC y comunes

El pasado domingo, Ernest Maragall hizo unas declaraciones a RAC1 que han levantado polvareda. El líder ERC en Barcelona, a raíz del cual el nuevo caso de espionaje en Barcelona se dio a conocer, afirmó que las elecciones municipales fueron "intervenidas". "Es una operación de estado, que añade sus propios instrumentos para impedir que un partido como ERC gobierne una ciudad como Barcelona", aseguró y añadió que todo estaba en conocimiento de Colau.

Estas acusaciones han abierto un gran enfrentamiento entre las dos formaciones. La misma Ada Colau respondió a través de un comunicado a Telegram: "Insinuar que he tenido alguna complicidad o connivencia con el espionaje es una barbaridad y me duele que provenga de una persona como el Ernest Maragall, representando de un partido de izquierdas y compañero en el Ayuntamiento". A su vez, el líder de ERC en la capital catalana matizó sus palabras después del comunicado y remarcó: "La víctima final es la ciudadanía y la víctima instrumental, somos yo y Esquerra Republicana de Catalunya".