El Tramvia Blau es uno de los transportes históricos de Barcelona más icónicos, a pesar de que está fuera de servicio desde el año 2018. Siete años después, tras varios intentos fallidos y una importante reclamación social, el regreso parece ahora encarrilado, una vez el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha anunciado, este jueves por la tarde, la intención de arrancar la reforma pendiente de la avenida Tibidabo con un calendario de salida que, si todo va bien, implicaría el inicio de obras a finales de 2027, con una finalización que no ha sido precisada, pero que se alargaría algunos años debido a la envergadura de las obras previstas.

De hecho, Collboni, desde las cocheras del Tramvia Blau y con la exhibición de los siete coches históricos conservados, ha anunciado un acuerdo con la Associació de Veïns de l'Avinguda Tibidabo por el cual en 2026 se prevé un proceso participativo para determinar el proyecto ejecutivo con la intención de incluirlo en los presupuestos del 2027. La intención es licitar e iniciar las obras ese mismo año, con el objetivo de recuperar un “símbolo de la memoria colectiva de los barceloneses” como es el Tramvia Blau, que precisamente en 2026 cumplirá 125 años de historia. “Tenemos la necesidad de mantener lo que nos singulariza”, ha añadido Collboni, como parte de un “combate para mantener el alma de la unidad”.

Una reforma con cuatro ejes

Hay que tener presente, eso sí, que el retorno del Tramvia Blau será la pieza final de una amplia reforma de la avenida Tibidabo que, además, todavía se tiene que consensuar con los vecinos a través del proceso participativo. En todo caso, Collboni ha señalado que la transformación pivotará sobre cuatro ejes, el primero de los cuales es el de la mejora del depósito pluvial existente, un tipo de actuación que comienza a ser habitual en cualquier intervención de envergadura dentro de una política de “resiliencia ambiental”; el segundo eje es la reforma de la avenida, que no se ha hecho nunca en profundidad. Un tercer eje es el fomento de la movilidad sostenible, un punto en que el consistorio se puede encontrar con discrepancias con los vecinos, que defienden la actual configuración del tráfico. Finalmente, el retorno del Tramvia Blau encajará con el eje de la recuperación patrimonial.

TRAMVIA BLAU TIBIDABO / Foto: Montse Giralt
El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni en el interior de uno de los coches del Tramvia Blau. En primer plano, Jaume Alguersuari, vicepresidente de la Associació de Veïns de l'Avinguda Tibidabo / Foto: Montse Giralt
TRAMVIA BLAU TIBIDABO / Foto: Montse Giralt
Las cocheras del Tramvia Blau conservan siete vehículos históricos, cuatro de los cuales serán recuperados para la circulación / Foto: Montse Giralt
TRAMVIA BLAU TIBIDABO / Foto: Montse Giralt
Interior de uno de los vehículos, que conserva sus bancos de madera originales. Pese al acuerdo para poner en marcha la reforma, el retorno del Tramvía Blau todavía tardará unos cuantos años / Foto: Montse Giralt
TRAMVIA BLAU TIBIDABO / Foto: Montse Giralt
¿Un Tranvía Azul de color rojo? Efectivamente, se trata de un coche que hacía otro servicio pero que se ha conservado como un vehículo más de este servicio de tranvía. Además, se trata de un modelo jardinera, es decir, abierto, pensado para circular en verano / Foto: Montse Giralt

De hecho, esta recuperación patrimonial implicará también actuar en la cochera, así como en los siete vehículos conservados, todos catalogados como bien cultural de interés nacional y de los cuales, cuatro volverán a ser operativos, con nuevas medidas de seguridad, entre otras novedades que se implementarán. En todo caso, el calendario esbozado por Collboni prevé que a finales del 2027 ya se empiece a trabajar en este ámbito, pero el alcalde ha querido ser cauto a la hora de anunciar una posible fecha de retorno del Tramvía Blau: “Prefiero no decir fechas exactas porque una obra de esta envergadura tiene calendarios complicados”, ha apuntado.

Los vecinos piden que se solapen las obras

En todo caso, a pesar del acuerdo con los representantes vecinales, el presidente de la Associació de Veïns de l’Avinguda Tibidabo, Alexander Scheffler, ha reclamado que haya un “encabalgamiento” de las diferentes fases de obras para que puedan acabar en un plazo más corto. De hecho, Scheffler ha apuntado que las obras podrían alargarse “entre cuatro y seis años” teniendo en cuenta que las de la Via Laietana, “de una longitud similar”, se han alargado tres años, pero ha pedido que se mire de reducir el tiempo de obras a “unos dos años”. En todo caso, lo cierto es que tras siete años sin Tramvia Blau a pesar de la demanda ciudadana de su regreso, la posibilidad de que este tranvía tan querido por los barceloneses vuelva a rodar está un poco más cerca.