Finalmente, la emblemática Torre Agbar de Barcelona no será un hotel por las trabas que ha provocado la moratoria hotelera impulsada por el gobierno de Ada Colau, según ha asegurado el propietario del edificio.
Los promotores del hotel han presentado al Ayuntamiento de Barcelona este jueves una petición de anulación del proyecto hotelero, y el edificio ha sido comprado por 142 millones de euros por Merlin Properties, que lo destinará a oficinas.
El proyecto del hotel contaba con el certificado de aprovechamiento urbanístico cuando el Gobierno de Ada Colau acordó en julio de 2015 la suspensión de licencias de alojamientos turísticos, por lo que el proyecto no quedó afectado, aunque aún no había obtenido la licencia.
Los promotores estaban a la espera de obtener la licencia para el hotel que preveía ubicar en el edificio, al que finalmente han renunciado ante las dificultades de desarrollar su proyecto hotelero.
Dificultades en el proceso
Según el propietario, Emin Capital, junto a un conjunto internacional de inversores -incluyendo a Westmont Hospitality Group, Best Hotels Properties y Bestford Capital- ha renunciado al proyecto por complicaciones en la tramitación, incluida la "inclusión inicial errónea en la moratoria de hoteles" y las dificultades en el proceso para obtener la licencia, ha explicado en un comunicado.
"No podemos seguir destinando tiempo, energías y recursos a un proyecto que, después de tanto tiempo, no tenemos claro que pueda ver la luz", han lamentado fuentes de la promotora a Europa Press.
El grupo andorrano Emin Capital adquirió el inmueble a Agbar en 2013 para ubicar un hotel de la cadena Hyatt en el edificio, diseñado por Jean Nouvel y el tercero más alto de Barcelona, con 142 metros de altura.
Colau anunció este miércoles que tiene previsto traer al próximo pleno municipal, el próximo 27 de enero, la remodelación del Plan Especial Urbanístico de Alojamientos Turísticos (PEUAT) que tiene que decidir cómo reorganizar los alojamientos turísticos de la ciudad después de la moratoria.