Ninguna novedad después del recuento celebrado este viernes, cinco días después de las elecciones municipales. Jaume Collboni ha conservado la segunda plaza y Ada Colau la tercera. De hecho, si el domingo noche solo separaban 141 votos a los candidatos del PSC y Barcelona en Comú, después del recuento la diferencia se ha ampliado en 200 votos a favor de Collboni. En concreto, tras el escrutinio de la Junta Electoral, el PSC se ha quedado con 131.923 votos, 188 más de los que tenía, y BComú ha obtenido 131.581, 13 menos de los que tenía hasta ahora. 

Los socialistas han reivindicado que siguen siendo la "primera fuerza progresista de Barcelona" y han insistido en que "Jaume Collboni es quien tiene la capacidad de encabezar un Ayuntamiento de progreso y estable". Los comuns, por su parte, detallaron que una vez reciban el acta del escrutinio general, tendrán 24 horas, como el resto de partidos, para revisar si se han recogido correctamente las enmiendas que las formaciones han hecho a los errores materiales detectados. Si no ha sido así, podrán solicitar una aclaración.

La importancia de la segunda posición en Barcelona

Este recuento de votos, que en Barcelona ha tenido lugar en la Ciutat de la Justícia, se hace después de todas y cada una de las elecciones en el Estado, aunque este año tenían especial interés en Barcelona. La poca distancia que separaba a Colau y Collboni después del 28-M, 141 votos, hacía pensar que a la hora de revisar los errores en actas y votos nulos podía provocar un sorpasso de la alcaldesa en funciones a quien hasta el pasado mes de febrero era su teniente de alcalde. Además, esta segunda posición tiene un especial interés, ya que quien lo ocupa todavía puede tener opciones de ser alcalde si consigue un pacto alternativo que evite que el líder de la lista más votada, en este caso, Xavier Trias, se convierta en alcalde. Esto, desde la tercera posición, es prácticamente imposible.

Continúan las negociaciones postelectorales

Después de que el recuento se haya resuelto con una mayor ventaja de Collboni sobre Colau, no existen cambios en las negociaciones que se estaban produciendo entre los partidos. Desde un primer momento, los comuns se abrieron a hacer alcalde a Collboni con un tripartito de izquierdas en el que también participara ERC y Ernest Maragall. Por su parte, el líder del PSC, que durante toda la campaña había asegurado que si no ganaba iría a la oposición, la misma noche de las elecciones defendió que no iba a renunciar a nada, tampoco a la alcaldía de Barcelona después de que la ciudad hubiera votado progreso. Sin embargo, Maragall, a quien comuns y socialistas arrebataron la alcaldía hace cuatro años después de que Manuel Valls invistiera a Colau, no parece estar por la labor.

Esta negativa del republicano, acompañada por la del resto de miembros de su partido, que mira con mejores ojos a Trias como futuro alcalde, ha enfurecido al resto de partidos de izquierdas del consistorio, que ven que la posibilidad de un tripartito para evitar la alcaldía del candidato de Trias por Barcelona se va desvaneciendo. Este mediodía, la concejala del PSC Laia Bonet ha subido el tono contra ERC, acusándoles de poner por delante el procés al progreso, de enterrar la posibilidad de una coalición y de traicionar también a sus votantes. Sin embargo, desde el PSC también han descartado apoyar a Trias, como les ha pedido él mismo por un gobierno fuerte, y han confirmado que presentarán en el pleno de investidura la candidatura de Collboni.