Esta semana se ha dado el visto bueno de la transformación de la Via Laietana de Barcelona con el propósito de convertir este eje viario básico de la red de Ciutat Vella en un vial pacificado, con acceso de tráfico restringido, espacio para las bicicletas y especialmente, ensanchamiento de las aceras para mejorar el paso de los peatones. El proyecto, que difícilmente estará terminado durante el 2023, comportará también la pacificación de la calle Jonqueres, y la resolución de una auténtica chapuza urbanística, el controvertido 'carril no-bici', una acción de urbanismo táctico que pretendió dar más espacio de acera a los peatones, pero que los ciclistas interpretaron como propio, generando no pocas fricciones entre los ciudadanos.
A pesar de que la Comisión de Ecología, Urbanismo, Infraestructuras y Movilidad del Ayuntamiento de Barcelona dio el martes pasado el visto bueno a la reforma, y el gobierno municipal se aseguró de publicitar que el acuerdo se había cerrado con vecinos y comerciantes además de contar con el apoyo del grupo municipal de ERC, el proyecto de reforma no ha sido del gusto de todo el mundo, con varios sectores que han querido dejar claro que, para ellos, la transformación de la Via Laietana puede tener luces, pero también tendrá sombras.
¿Cómo será la Via Laietana?
Según el proyecto aprobado, sin cambios de grosor con respecto al presentado el pasado mes de julio, el eje de actuación principal es el ensanchamiento de las aceras, que pasarán a tener una anchura uniforme de 4,05 metros a lo largo de toda la calle, desde la plaza de Urquinaona hasta la de Antonio López, mientras que actualmente varían entre los 2,60 y los 3,50 metros. Eso favorecerá el paseo vertical, que además será continuo en toda la longitud, incluida la plaza central de Antoni Maura, que interconectará las avenidas de la Catedral y de Francesc Cambó.
Además, se generarán nuevas plazas. Por una parte, el actual de Antonio López, ahora ya sin la estatua del esclavista, será dividida en dos partes, la plaza de Idrissa Diallo donde ha quedado el pedestal, y la de Correus delante la sede central de este servicio en Barcelona. En progresión ascendente, la plaza de l'Àngel -donde está la boca de Metro de Jaume I-, la ya mencionada de Antoni Maura y finalmente todo el entorno de la divisoria con la calle Jonqueres -donde hay la boca de Metro de Urquinaona- también tomarán dimensión de plazas plenamente integradas en la nueva Via Laietana. Además, la misma calle Jonqueres, que hasta la actualidad hace la función de distribuidor hacia el Eixample del tráfico ascendente, en una calle con aceras de menos de dos metros y una alta densidad de tráfico, quedará pacificada y pasará a ser de prioridad para los peatones.
Así quedarán los viales en la transformación de la Via Laietana / AjBCN
Con las aceras ampliadas, la calzada central quedará de la siguiente manera: En sentido mar-montaña habrá un carril para buses y taxis que también podrán utilizar los vecinos y vecinas de la Via Laietana y de la Barceloneta, además de un carril bici segregado al lado de la acera, mientras que en sentido montaña-mar habrá un carril compartido para buses y bicicletas y un carril abierto al tráfico privado con circulación limitada a 30 km/h.
Movilidad limitada
En relación con la movilidad, esta nueva disposición implica que los vehículos privados, a excepción de los vecinos autorizados, no podrán hacer uso de la Via Laietana en sentido ascendente, y, por lo tanto, para llegar a la plaza Urquinaona y el Eixample desde Correus tendrán que utilizar como recorrido alternativo los paseos del Marquès d'Argentera, Picasso y Lluís Companys y finalmente la ronda de Sant Pere. Toda esta vuelta, según los estudios técnicos municipales, implicaría sólo entre 1 y 3 minutos más de trayecto. Todavía en sentido montaña, los usuarios de la bicicleta tendrán que dejar paso a los usuarios de los autobuses urbanos en las paradas que hay a lo largo de la Via Laietana y que ahora se situarán en las nuevas plazas.
Con respecto al sentido descendente, este sí que estará abierto al vehículo privado, pero hay que tener en cuenta que los ciclistas deberán compartir espacio con un carril habilitado también para autobuses y taxis.
Presupuesto y calendario
La reforma de toda la Via Laietana tiene un presupuesto total de 32,9 millones de euros, y prevé dos fases de actuación. La primera se iniciará en marzo del 2022 con la renovación de las redes de servicios de manera tal que en junio se pueda iniciar la reforma del tramo superior, entre las plazas de Urquinaona y de Antoni Maura, que durará 11 meses y tendrá un coste de 16,8 millones de euros.
Según este calendario, esta primera fase tendría que estar terminada en mayo de 2023, que es cuando se ejecutaría la segunda fase en el tramo inferior, entre Antoni Maura i Idrissa Diallo, con un presupuesto previsto de 16,1 millones de euros y del cual el ayuntamiento no ha avanzado previsión de finalización, aunque apunta que sería ya avanzado 2024.
La reforma generará nuevas plazas / AjBCN
Mientras duren las obras, la previsión es mantener dos carriles de bajada en toda la vía -uno de bus y uno de vehículos-, mientras que de subida los buses se desviarán hacia el paseo de Picasso y los vehículos sólo podrán llegar hasta a la altura de la plaza de Antoni Maura.
Los taxistas no lo ven claro...
Toda esta planificación ha provocado las quejas de varios sectores por los cambios importantes que comportarán en la movilidad de la zona, en pleno centro de Barcelona, hasta ahora vía de conexión entre el Port Vell y el Eixample, pero también acceso al centro comercial de Barcelona y a los aparcamientos situados en las avenidas Catedral y Francesc Cambó.
Uno de los colectivos que no ven bien esta reurbanización es el del taxi, que suma como principales protestas la pérdida de velocidad comercial y la desaparición de una parada histórica, la que está situada en la plaza de Antoni Maura. El Sindicato del Taxi de Catalunya (STAC), ya ha levantado la voz para expresar su disconformidad con el proyecto. Según ha recogido el medio especializado Gaceta del Taxi, desde este sindicato aseguran que tanto los taxistas como los usuarios saldrán "tremendamente perjudicados" y apuntan que no ha habido ningún consenso con el sector, razón por la cual lamentan que en el proyecto final "no se haya recogido ninguna de nuestras propuestas de mejora".
El acceso directo entre las avenidas Catedral y Francesc Cambó hará perder estacionamiento para los taxis / AjBCN
De hecho, los taxistas consideran que compartir carril con autobuses y ciclistas será perjudicial a la velocidad comercial de los vehículos y peligroso para los usuarios de bicicletas. Además, lamentan que esté prevista la desaparición de la parada de taxis de Antoni Maura, que consideran que es una de las de "más afluencia de los usuarios de la ciudad".
...y los ciclistas tampoco
Por su parte, los ciclistas tampoco ven clara la transformación. Aunque el nuevo proyecto les asegura un carril propio de subida, lo cual ya es un avance constatable con la situación actual, donde no cuentan con ningún espacio propio más allá del mencionado carril 'no-bici' en disputa con los peatones.
En todo caso, el anuncio del pistoletazo de salida de las obras ha provocado la reacción de las entidades defensoras del uso de la bicicleta, como el Bicicleta Club de Catalunya (BACC) que ha lamentado, vía twitter, que el Ayuntamiento de Barcelona y en especial la alcaldesa, Ada Colau, y la concejala de Movilidad, Laia Bonet, hayan renunciado a convertir la Via Laietana en un espejo de la Rue de Rivoli parisina, ya que se ha aprobado una reforma "que podría poner la Via Laietana al frente de la movilidad sostenible y acabará siendo una reforma que no priorizará la bicicleta ni le dará seguridad".
Así quedará la plaza de Idrissa Diallo / AjBCN
Entre las principales quejas de los ciclistas hay que no se han tenido en consideración sus propuestas y el hecho de que en sentido descendente no haya un carril segregado y se vean obligados a compartir espacio con autobuses y taxis.
¿Supermanzana encubierta?
Además, hay que tener en cuenta que la propuesta de transformación contó con el apoyo de los socios del gobierno municipal, BComú y el PSC, y también el de ERC, pero el resto de formaciones votaron en contra, es decir, JxCat, Cs, BCN pel Canvi, PP y la concejal no adscrita.
El grupo municipal de Junts per Catalunya en el ayuntamiento justificó el sentido de su voto en la negativa del gobierno municipal a evaluar primero su impacto en la movilidad, el comercio, el aparcamiento y la actividad económica de su entorno. La portavoz adjunta del Grupo de Junts, Francina Vila, denunció falta de transparencia, rigor y análisis científico del ejecutivo municipal en la definición del proyecto y destacó que las acciones previas del consistorio en esta calle han fracasado.
Así quedará la Via Laietana a la altura de la Jefatura de la policía española / AjBCN
"Hoy nos presentan un proyecto, con fotografías y dibujos muy bonitos, pero tenemos miedo de que en la práctica funcione tan mal como la supermanzana del Poblenou o tenga los problemas de la de Sant Antoni o de la propuesta del Eixample de cortar calles", expuso la concejala de Junts.
También se posicionaron en contra el resto de partidos. A modo de ejemplo, BCN pel Canvi apuntó que los cambios en la movilidad, con supresiones de carriles, "no contemplan ninguna medida para paliar la afectación que eso tendría en la movilidad, como puede ser mejorar las calles por donde se pretende redirigir el tráfico o estudiar otras alternativas para compensar el flujo de vehículos que dejarán de circular por estas calles".
En todo caso, las quejas de usuarios y de los partidos reflejan que el proyecto de transformación de la Via Laietana puede tener muchas luces, pero también tiene muchas sombras. Y eso sin hacer mención del otro gran problema de la Via Laietana, la persistencia de la funesta Jefatura de la policía española.
Imagen principal: Recreación virtual de la Via Laietana junto a la calle Jonqueres, donde el espacio se transformará en una plaza / AjBCN