Pocas horas después de que el primer teniente de alcaldía del Ayuntamiento de Barcelona, Jaume Collboni, haya afirmado en una entrevista en La2 que las playas de la ciudad serían desalojadas a las cinco de la madrugada, una hora antes de lo que ha sido habitual otros años, el mismo consistorio se ha visto en la necesidad de desautorizar sus palabras y aclarar que el desalojo de las playas por Sant Joan, después de la verbena, se mantendrá a las seis de la mañana como se ha hecho habitualmente. De hecho, según recoge ACN, han sido fuentes de la tenencia de Seguridad, bajo la jurisdicción de Albert Batlle, es decir, también del PSC, las que han rectificado las palabras de Collboni.

Estas fuentes han concretado que a las cinco se empezará a avisar la gente que haya en las playas de que tiene que ir recogiendo, pero que el desalojo como tal se hará a las seis de la mañana, tal como ha sido la norma en anteriores verbenas. De hecho, el operativo de limpieza ya está optimizado para garantizar el uso de las playas durante la mañana tras una recogida intensiva de los restos de la verbena. Por lo tanto, a pesar de las palabras de Collboni, las personas que utilicen el frente marítimo para celebrar la verbena de Sant Joan contarán con una hora de margen entre el aviso de empezar a recoger y el desalojo efectivo.

Los chiringuitos, a las tres y media

A la espera de que la próxima semana se concrete todo el operativo, lo que no cambia es el nuevo horario de cierre de los chiringuitos, que este año se ha adelantado a las tres y media, con la intención de que estén del todo cerrados y recogidos a las cuatro de la madrugada. Como otros años tenían permiso para abrir hasta las cinco de la madrugada, el nuevo horario ha indignado a los responsables de los catorce chiringuitos que hay en las playas barcelonesas, que reclaman mantener el horario hasta las cinco. Además, se les prohibirá tener música en directo o pincha-discos y obligará a todos los clientes a consumir sentados en las sillas. Así, no podrá haber barras supletorias ni se permitirá el baile en la tarima de madera de cada chiringuito.

Con respecto a la asistencia, Collboni ha asegurado -y Batlle de momento no ha dicho lo contrario-, que la previsión del consistorio es que hasta 60.000 personas celebren la verbena en las playas, una cifra similar a la de 2019, antes de la pandemia. Hay que recordar que en 2020 la verbena fue suspendida y que en 2021 se reunieron unas 25.000 personas en las playas barcelonesas en medio de una polémica por el hecho de que cada municipio decidió si abría o no las playas y muchas localidades metropolitanas quedaron cerradas. Además, se implementó un dispositivo para evitar que los asistentes a la verbena atravesaran las calles de la Barceloneta para acceder a las playas.