El Ajuntament de Barcelona ha entregado formalmente este miércoles la licencia de obras de la Sagrada Familia a la Junta Constructora, que ya ha ingresado los 4,6 millones de euros correspondientes en impuestos y tasas asociadas al permiso, lo cual supone regularizar un asunto pendiente desde 1885, hace más de 130 años.

En una rueda de prensa, la teniente de alcalde de Urbanisme de Barcelona, Janet Sanz, y el presidente delegado de la Junta Constructora, Esteve Camps, han explicado que el pacto se ha formalizado después de dos años de trabajo conjunto entre las dos instituciones.

La licencia establece las condiciones para la construcción de la basílica, que se compromete a aportar 36 millones de euros en diez años para financiar los gastos municipales que genera su actividad: "Agradecemos el esfuerzo de todas las partes, que ha permitido que el procés sea ágil," ha dicho Sanz.

Para obtener la licencia, la Junta Constructora ha pagado al Ajuntament un total de 4,63 millones de euros, un importe que sale del Impost de Construccions Instalacions i Obres (ICIO), que supone 4,38 millones y la tasa de licencia de obras, que son 241.732 euros.

El Ajuntament también ha tramitado los permisos de actividad sobre los usos de la basílica, que será religioso y cultural, para el funcionamiento y la administración del centro, y comercial, que se restringe a un establecimiento de venta al detalle de productos relacionados con el templo con una superficie máxima de 750 metros cuadrados.

36 MILLONES EN CORRESPONSABILIDAD

El patronato aportará 22 millones durante diez años --2,2 al año-- para mejorar el transporte público, así como siete millones para mejorar la accesibilidad en el templo desde el Metro, además de estudiar con Adif y Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) crear un acceso directo subterráneo directo en el edificio.