Las grandes ciudades se preparan para los efectos del cambio climático y aunque la posibilidad de que Barcelona llegue a los 50 grados de temperatura todavía es lejana, desde el Ayuntamiento de la ciudad ha llegado la hora de preparar la ciudadanía y todos los servicios para empezar a preparar una respuesta ante esta posibilidad. Es por eso que, en el marco del Pla Calor 2025-2035 que promueve una estrategia de larga duración con más de cuarenta acciones concretas para preparar la ciudad a largo plazo a los efectos del cambio climático, la primera teniente de alcaldía, Laia Bonet, ha anunciado la realización "en un plazo de dos años", de un "simulacro de Barcelona a 50 grados de temperatura", una experiencia que ya se llevó a cabo en París en octubre de 2023.

La intención es la de poder trabajar tanto en la preparación de este eventual escenario de temperaturas extremas, como monitorizar sobre el terreno la respuesta y, lo más importante de todo, a partir de la experiencia, definir nuevos protocolos de actuación. Aunque no se ha concretado en qué momento se hará este simulacro, Bonet lo ha desvinculado de la necesidad de que sea en plena ola de calor, ya que el de París se hizo a octubre, y por eso ha destacado que "el simulacro nos dará la posibilidad de ver cómo funcionan los protocolos". "No hace falta que haya calor en el momento de hacer el simulacro", ha apuntado Bonet, para señalar que el objetivo es del de determinar "qué pasaría en el transporte público, en la red eléctrica, en las escuelas o los equipamientos si llegamos a 50 grados de temperatura".

En este sentido, desde ahora hasta el momento del simulacro, se trabajará en la preparación de lo mismo por parte de los equipos municipales, para definirlo y determinar también las zonas donde se haría. La voluntad es poder detectar la capacidad de respuesta de la ciudad a una situación extrema de temperatura y, al mismo tiempo, identificar los puntos débiles para desarrollar estrategias para mejorar la resiliencia. La realización de este simulacro tiene que contar con la participación de todos los servicios municipales y agentes externos, centros escolares, residencias, empresas, etc. Esta actuación también permitirá detectar qué pasa con elementos clave como las infraestructuras o las comunicaciones si se llegara a picos extremos de temperatura.

Este simulacro, con todo, se incluye en una serie de medidas, entre las cuales se incluyen algunas a corto plazo y ya en práctica, como el programa de sombras, que "dotará de 194 estructuras de sombra nuevas a final de mandato", el refuerzo de los refugios climáticos "con refuerzo en los barrios con más vulnerabilidad delante del calor", o la duplicación de los espacios de juegos de agua infantil de 4 a 8, con el objetivo futuro de tener un espacio de estos en cada distrito. En cuanto al simulacro, en todo caso, no hay fecha ni lugar concreto donde se hará.