Si hace unos días el PDeCAT pedía a Ada Colau un plan de choque para acabar de una vez por todas con la proliferación de los narcopisos en el barrio del Raval, hoy esta petición se ha materializado en un pacto entre las dos formaciones. Barcelona en Comú ha recogido el guà tirado por el grupo de Xavier Trias y, durante el pleno de hoy, presentará un plan para frenar el narcotráfico específico para el verano.

El plan apuesta por aumentar a las patrullas de la Guardia Urbana, reforzar la limpieza e incrementar el número de agentes cívicos. Tiene un coste de 4,8 millones de euros.

Trias ha celebrado que las dos formaciones hayan llegado a un entendimiento porque "en este tema no podemos estar peleándonos, tenemos que buscar acuerdo" y en una atención a los medios en el lado de Ada Colau ha manifestado que "vigilará" que el pacto se cumple. Trias ha invitado a los otros grupos a sumarse porque "nos jugamos el prestigio de la ciudad".

Más personal en la calle y en las comunidad conflictivas

El plan tiene previsto contratar 63 personas y actuar en tres ámbitos. El primero de ellos hace referencia al descanso de los vecinos y por ello una veintena de educadores en trabajarán en las zonas de ocio nocturno y y dos técnicos actuarán en las escaleras de vecinos más conflictivas. El segundo, tiene que ver con el freno a la venta de drogas e incluye medidas como agilizar el tapiado de vivienda vacíos para evitar ocupaciones y el refuerzo en la recogida de jeringas. El tercer y último ámbito de actuación se refiere a la venta ambulante y las personas que duermen en la calle. En este sentido se incrementarán las patrullas de la Guardia Urbana y el número de mediadores.

La proliferación de los narcopisos en el Arrabal se ha convertido en un problema para el barrio y para el gobierno municipal que ya el mes pasado recibió la reprobación del plenario por esta cuestión.

Los vecinos denuncian un fenómeno cada vez más extendido que en verano correr el peligro de empeorar porque como denunciaba la plataforma de la Isla Robadors-de Roig-Picalquer a El Nacional, Barcelona se está convirtiendo en destino del narcoturisme.