La entrada en autobús interurbano en Barcelona por la avenida Diagonal experimentará un cambio significativo a partir de este mes de julio, cuando se prevé que entre en servicio el nuevo carril bus de la B-23, una infraestructura que, después de más de dos años de obras, ya que se iniciaron en marzo de 2023, prevé la finalización completa y entrada en servicio en pocas semanas. Así lo ha confirmado el subdirector general de Proyectos y Obras del departamento de Territori, Pedro Malavia, este martes en el marco de una visita de obras a la que han asistido la delegada del Gobierno en Barcelona, Pilar Díaz Romero, el director de Infraestructuras de Movilidad, David Prat Soto, y la directora de Transportes y Movilidad, Susi López López.
La nueva obra, que se ha construido aprovechando una mediana existente en la B-23, permitirá conectar cinco municipios, desde Sant Feliu de Llobregat hasta Barcelona, pasando por Sant Joan Despí, Sant Just Desvern y Esplugues de Llobregat, a través de un trazado de 7,2 kilómetros de longitud y supone añadir un carril bus a los carriles de circulación ya existentes de entrada en Barcelona, mientras que no se ha previsto ninguna infraestructura similar de salida, ya que esta es mucho más escalonada y no produce los embotellamientos habituales en hora punta para entrar a la ciudad. El carril bus, en todo caso, será permeable a los carriles de entrada, es decir, no está completamente segregado, para permitir la incorporación de los buses desde diferentes puntos del recorrido.
El nuevo carril bus en cifras
En cifras, el nuevo carril bus ha supuesto 20,8 millones de euros de inversión en más de dos años de obras, pero lo más destacado es que en la B-23 en la entrada por la Diagonal, por donde pasan 98.000 vehículos cada día, se prevé que hasta 600 autobuses interurbanos lo podrán utilizar, lo cual supondrá que este nuevo vial sea aprovechado por unos cuatro millones de usuarios el año. Además, se prevé que en hora punta, utilizar el carril bus suponga un ahorro de unos quince minutos por trayecto, además de 34 toneladas de CO₂ de ahorro anual, y eso sin quitar capacidad a los tres carriles de entrada que ya existían anteriormente y que se mantendrán a pesar de la entrada en servicio del carril bus.
En este sentido, la delegada del Gobierno en Barcelona, Pilar Díaz Romero, ha destacado la "mejora en la eficiencia del transporte público" que supondrá la entrada en servicio del carril bus, en especial por la reducción de tiempo de desplazamiento, lo cual también significará un "estímulo al transporte público", precisamente en una zona, la entrada en Barcelona desde el Baix Llobregat, donde la demanda ha superado históricamente la oferta.