Reducir de forma radical la circulación privada en toda Barcelona es uno de los objetivos de la plataforma vecinal Eixample Respira, que con motivo de la proximidad de las elecciones municipales ha hecho público un decálogo con propuestas encaminadas a reducir el tráfico privado que incluyen, entre otras ideas, la posibilidad de cobrar un doble peaje urbano, es decir, que motos y coches paguen por circular por Barcelona y adicionalmente paguen un sobreprecio para entrar en el Eixample, al lado de otras propuestas como limitar a un máximo de dos carriles la circulación de vehículos privados en todas las calles de Barcelona.

Este decálogo, hecho público este martes, hace un llamamiento a los diferentes partidos políticos para que lo incorporen en sus programas electorales de cara al 28 de mayo y hace algunas propuestas lo bastante controvertidas como la de prohibir aparcar motos en acera o la aplicación de un peaje urbano. Así, el primer punto se refiere a la implantación de una tasa por el uso habitual de coches y motos dentro de la ciudad, apuntando que "eventualmente podría llegar a ser un doble peaje urbano, a nivel de ZBE [Zona de Bajas Emisiones, es decir todo el territorio dentro de las rondas de Dalt y Litoral] y Eixample". El segundo punto reclama otra cuestión caliente, la prohibición de aparcar motos en la acera.

El tercer punto propone limitar la velocidad a 30 kilómetros hora y a "un máximo de dos carriles dedicados a la circulación de coches y motos en todas las vías de la ciudad", una medida que, según este redactado, afectaría incluso a las grandes avenidas de la ciudad, como la Diagonal, la Gran Via y la Meridiana. El cuarto punto pide acabar la unión del tranvía por la Diagonal, un aspecto donde son conocidas las divergencias entre los diferentes partidos políticos que aspiran a gobernar Barcelona, entre los que defienden finalizar la conexión y los abogan por paralizarla. El quinto punto reclama la reforma de la calle Aragó para convertirlo en un bulevar con el paseo de Sant Joan como modelo.

Con respecto al resto de puntos del decálogo, Eixample Respira reclama la creación de una red de carriles bici seguros e inclusivos; la limitación a un único carril dedicado a la circulación de coches y motos ante todos los centros educativos y sanitarios de la ciudad; la implantación de carriles bici en todas las calles de red básica y en todas las avenidas de acceso y salida de la ciudad; que se extienda la red de ejes verdes y nuevas plazas, y una zona de ultrabajas emisiones en el Eixample.