El Ayuntamiento de Barcelona ha aprobado este viernes, en un pleno extraordinario efectuado a continuación del ordinario, dar apoyo al Acuerdo Social por la Amnistía y la Autodeterminación, una iniciativa impulsada por la sociedad civil que quiere llegar al máximo posible de consistorios catalanes. La propuesta de celebración del pleno monográfico fue impulsada por las dos formaciones independentistas con representación en el Ayuntamiento, Esquerra Republicana y Junts per Catalunya y ya contó con el apoyo inicial de Barcelona en Comú, hecho que hacía prever, pero no aseguraba, que los dos partidos arrastrarían finalmente a los comunes a aprobar la propuesta, que, sin muchas sorpresas, ha contado con el voto contrario del resto de formaciones políticas.

El acuerdo aprobado posiciona el Ayuntamiento de Barcelona a favor de "la amnistía, entendida como la necesidad de una solución colectiva e integral para todas las personas exiliadas, encausadas y represaliadas" y defiende "la autodeterminación, entendida como la necesidad de un marco de resolución democrática basado en el respeto al ejercicio de la libre determinación de la sociedad catalana". Finalmente, se reclama que "mientras se lleva a cabo la iniciativa parlamentaria para aprobar la Ley de Amnistía, que tendrá que pasar por una mayoría parlamentaria en el Congreso de los Diputados, intensificar el diálogo entre las instituciones con el fin de impulsar una reforma del código penal, para evitar la represión de ideas políticas, que tienen que poder expresarse y defender con absoluta libertad en democracia", además de dar traslado a los representantes del Acuerdo Social por la Amnistía y la Autodeterminación de la decisión tomada por el consistorio.

División de bloques en el plenario

El debate de la propuesta ha servido para escenificar la clásica división de bloques políticos, independentistas versus españolistas, con los comunes situados esta vez al lado del primero de estos dos bloques. En la defensa de la adhesión al acuerdo, Elisenda Alamany ha apuntado que posicionarse a favor es hacerlo a favor de los "grandes consensos" que existen en la sociedad catalana, mientras que por parte de Junts, Neus Munté ha indicado que "la sociedad catalana se muestra favorable al fin de la represión y a un marco que respete la libre voluntad de la ciudadanía catalana". A su vez, el concejal Marc Serra, de los comunes, ha señalado que los indultos a los presos políticos "no han resuelto el conflicto", pero a pesar de adherirse a la propuesta, se ha preguntado en voz alta si el proyecto de amnistía incluiría también los condenados para el 15-M u otros activistas sociales.

Por parte del bloque españolista, Paco Sierra (Ciudadanos) se ha referido a la propuesta como un "intento de rebajar tipos penales para contentar personas que han cometido delitos y que dicen abiertamente que intentarán volver a cometerlos". Eva Parera (Valientes), ha señalado que el texto propuesto "defiende una ilegalidad", mientras que Josep Bou (PP) ha considerado que le parecía "fuera de lugar" hablar de amnistía, recordando que la del 77 incluyó un cambio de régimen y con respecto a la autodeterminación ha recordado unas palabras de Francesc Cambó donde comparaba la independencia con "el suicidio". En todo caso, el posicionamiento más importante ha sido el del PSC, precisamente en pleno debate de la posible reforma del delito de sedición. Laia Bonet ha rechazado la amnistía, ha señalado que "hace falta pasar página" y ha reivindicado que hay que trabajar en el marco político vigente y ha puesto como ejemplo "lo que ha hecho Pedro Sánchez con los indultos, la medida más valiente que se ha tomado para reconducir la situación".