El parque del Laberint d'Horta de Barcelona recibe el nombre, como es bastante evidente, de la existencia de un laberinto de cipreses, una atracción que generaciones de barceloneses han podido disfrutar jugando a perderse por los caminos y compitiendo para encontrar los primeros una salida que, según el itinerario que se siga, cuesta encontrar, aunque al final todo el mundo lo alcanza. Ahora bien, desde hace unos meses, y todavía por lo menos hasta el año 2026, la parte estricta del laberinto vegetal, no el resto del parque, está cerrada al público, a causa de una renovación integral, tan integral que estos días se puede ver una imagen insólita, con el laberinto convertido en una explanada en obras.
Precisamente cuando el parque ha recuperado con todo su brillo el magnífico Palau del Marqués d'Alfarràs, que se ha abierto a las visitas del público, la cara B de esta buena noticia es esta estampa singular del parque del Laberint sin laberinto, mientras duran unos trabajos que reconstruirán desde cero el kilómetro y medio de cipreses que forman este dédalo vegetal. De momento, ha habido que arrancar los árboles preexistentes, muchos de ellos en precario estado y más después de la larga sequía, y ahora se trabaja en la preparación del suelo, con mejoras del drenaje y la renovación, también integral, de todo el sistema del riego para hacer un uso más sostenible de los recursos hídricos.
Una vez preparado el terreno, y manteniendo el mismo dibujo laberíntico, se plantarán un total de 2.211 nuevas unidades de ciprés con una altura de entre 150 y 175 centímetros en todo el recorrido. La duración prevista de las obras es de 12 meses y el presupuesto es de 1,32 millones de euros, financiados en un 75% por los fondos europeos Next Generation EU y son actuaciones incluidas dentro del Plan de Sostenibilidad Turística en Destinaciones en Barcelona, proyecto financiado por Fondos NGEU. Durante las obras, el laberinto vegetal está cerrado al público, pero el resto del parque se mantiene abierto con normalidad. Al finalizar las actuaciones harán falta unos meses más de cierre para el arraigo de la vegetación.
El parque del Laberint d'Horta es uno de los jardines históricos más antiguos que se conservan en la ciudad. En el año 1994 se hizo la última restauración en profundidad del parque y desde entonces se gestiona como un jardín museo, con acceso controlado, ya que es de pago (2,33 euros la tarifa general) todos los días, excepto domingos y miércoles. Actualmente, el jardín está catalogado como Bien Cultural de Interés Local (BCIL) y se encuentra en proceso para que sea Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN).