La empresa que fabricó la estrella que el pasado mes de diciembre se encendió en la Sagrada Familia se encuentra en riesgo de desaparecer. La compañía de fabricación de vidrios Cricursa, se debate entre la liquidación y la venta. Cricursa, se ve con la amenaza encima de la liquidación, a causa de la deuda que arrastra, cuantificado en unos 60 millones de euros después de dos años duros a causa de la caída del negocio durante la pandemia. La empresa está en concurso de acreedores desde diciembre y la quiebra amenaza los puestos de trabajo de 330 trabajadores, según ha informado TV3. La incertidumbre sobre el futuro de la empresa vidrera, que cuenta con talleres en las comarcas de la Noguera y del Vallès Oriental, es importante. En los últimos días, ha aparecido una opción de compra de las fábricas y así salvarlas del cierre. Según ha informado el diario Segre una empresa española habría mostrado su interés por adquirir Cricursa y reflotarla.

Situación precaria

Las fábricas de la empresa se encuentran en la Sentiu de Sió y Balaguer, en la Noguera, y en Granollers. Unos 200 empleados trabajan en las plantas de la Noguera y un centenar más, en el Vallès Oriental. La planta de Balaguer, ya no está en funcionamiento. Un grupo de trabajadores se han reunido este viernes delante de la planta de la Sentiu de Sió para protestar por la situación precaria y de incertidumbre que viven. Desde el comité de empresa, Daniel Luna ha explicado que les deben tres meses de sueldo y que están afectados por un ERTE. Lo que preocupa más es la situación en la cual quedaría la Noguera. Cricursa es una empresa que a menudo ha sido citada como caso de éxito y ha tenido proyectos internacionales. Esta crisis, sin embargo, puede desembocar en un cierre o una venta que preocupan mucho en las comarcas afectadas. Si al final la compañía se acabara vendiendo a un tercero, no se garantiza la continuidad de la plantilla. La planta de la Sentiu de Sió, por ejemplo, es de grandes dimensiones y tiene un impacto económico importante en el territorio. Para la población implica "perder gran parte del presupuesto", según ha dicho el alcalde, Josep Torres.

Encargos internacionales

Cricursa, especializada en el diseño y la fabricación de piezas de vidrio curvado, cuenta dentro de sus encargos más emblemáticos con la estrella que corona la torre de la Mare de Déu en la basílica de la Sagrada Familia, inaugurada el 8 de diciembre. Desde entonces, la estrella se ha convertido en un reclamo más del monumento más conocido de Barcelona. La estrella tiene 12 puntas, hace 7,5 metros de diámetros y pesa 5,5 toneladas. La inauguración de esta estrella gigante se hizo coincidir con el día de Immaculada Concepción, que conmemora que la Virgen fue concebida sin el pecado original. Se ilumina con tecnología LED; la potencia eléctrica que requiere para brillar es equiparable a la que necesita una licuadora o un ordenador portátil. Con sus 138 metros de altura, la Torre de la Virgen está llamada a convertirse en un nuevo símbolo del templo y, por extensión, de la ciudad de Barcelona, ya que supone un nuevo punto de referencia de la skyline de la capital catalana, todavía más por el hecho que estará iluminada, en principio, con el mismo horario que las fachadas, es decir, de 18 h a 22 h en horario de invierno.