El conflicto judicial abierto entre los promotores del museo Hermitage y el Ayuntamiento de Barcelona será dirimido por un tribunal ordinario una vez el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) ha declarado que la competencia para resolver el caso tiene que recaer en los juzgados contenciosos de la ciudad de Barcelona.

En un auto, la Sala Contenciosa del TSJC responde así al recurso presentado por Hermitage Barcelona ante ese tribunal contra la decisión del consistorio barcelonés de rechazar la tramitación de un convenio con la Autoridad Portuaria de Barcelona para sacar adelante el proyecto museístico. En el escrito, se recuerda que los recursos contra los ayuntamientos son competencia de los juzgados contenciosos, a excepción sólo de aquellos que impugnan instrumentos de planteamiento urbanístico.

Asimismo, se descarta que el recurso del Hermitage vaya en contra de un planteamiento urbanístico, ya que interpretar que sí que lo hace supondría, según el TSJC, una "interpretación extensiva" de sus competencias.

Judicialización por parte del consistorio

Los promotores del museo Hermitage Barcelona presentaron en el TSJC el recurso a finales de octubre, "como respuesta al proceso de judicialización iniciado por el propio consistorio", ya que el ayuntamiento presentó un recurso similar contra Port de Barcelona firmado por la misma alcaldesa, Ada Colau.

Por eso, los promotores del Hermitage Barcelona consideraron que la postura del ayuntamiento "equivale a otorgar a la alcaldesa y a la concejal de urbanismo una facultad para derogar de forma arbitraria el planteamiento urbanístico vigente", cosa que comportaría inseguridad jurídica no sólo a este proyecto, sino a cualquier otro desarrollo urbanístico en Barcelona.

Además, siempre según Hermitage Barcelona, actualmente existe una concesión otorgada el pasado 26 de mayo, que se ha tramitado con total transparencia y publicidad. El museo defiende que fue el único proyecto que se presentó con una propuesta para el espacio, un solar todavía sin uso en la nueva bocana, y ha cumplido con el proceso de tramitación de manera escrupulosa. Por lo tanto, los defensores de la franquicia del museo de San Petersburgo entienden que tienen todo el derecho a poder desarrollar el proyecto en ese emplazamiento que legal y legítimamente les había sido otorgado y para el cual había sido concebido. También lo entendía así el Port, legítimo gestor del espacio, motivo por el cual otorgó la concesión aunque el ayuntamiento se niegue a aceptarla.

Con este posicionamiento del TSJC, Hermitage Barcelona tendrá que recurrir la denegación del permiso municipal en los juzgados ordinarios.

 

Imagen principal: Solar del puerto donde estaba previsto construir el edificio del Hermitage Barcelona / Jordi Palmer