Después de que se acabaran los 30 días reglamentarios, la alcaldesa de Barcelona Ada Colau ha superado la cuestión de confianza ya que no se ha presentado ninguna alternativa de gobierno. El plazo para hacerlo se agotaba la medianoche de este viernes y por eso hoy sábado se han aprobado los presupuestos municipales de forma automática. Próximamente se publicarán en el Boletín Oficial de la Provincia de Barcelona (BOPB). El teniente de alcalde de Economía de Barcelona, Gerardo Pisarello, ha asegurado que "la oposición está fragmentada" y eso ha hecho que "no haya ninguna alternativa al gobierno de Colau" a pesar del reto que lanzaba la alcaldesa en el pleno extraordinario. Pisarello ha reprochado que la voluntad del gobierno era "aprobar unos presupuestos" pactados con diferentes grupos, pero el PSC decidió "a última hora no añadirse por cálculos electorales".

Los presupuestos cuentan con todas las inversiones pactadas tanto con ERC, como con el PDeCAT, ya que según Pisarello los acuerdos son "planteamientos que compartimos". En referencia a la retirada de la partida del tranvía negociada con Trias, Pisarello mantiene que el gobierno "en ningún momento" ha puesto en duda el proyecto a pesar de retirar la partida.

Los presupuestos de este 2018 prevén un gasto corriente de 2.210,5 millones de euros con una inversión que se sitúa a los 482 millones. Los presupuestos para este 2018 mantienen un marcado carácter social, ya que la cantidad destinada a este ámbito supone el 15% del gasto corriente.

También destaca la inversión en la construcción de vivienda pública que supondrá un gasto de 72 millones. Contando con esta inyección municipal, el Patronato Municipal de la Vivienda contará con una inversión total de 482 MEUR. Además, el jefe del área económica del Ayuntamiento también ha recordado que en el 2018 se mantendrá "el bajo nivel de endeudamiento" y no ha dudado al calificar los presupuestos de "impecables" desde el punto de vista financiero.

En paralelo, también se ha liquidado los presupuestos de 2017, en los que el primer teniente de alcalde ha remarcado que se mantiene el pago en proveedores en 28 días por término medio, hecho que ayuda a "las pequeñas y medianas empresas" para no tener que esperar cobrar a los servicios prestados al consistorio barcelonés.

Uno de los aspectos destacables es la reducción del superávit de los 96 millones que hubo en el 2016 al millón que ha quedado este año pasado. De hecho, el 96 millones responden a las "limitaciones impuestas por la Ley Montoro". Aun así, la liquidación de los presupuestos deja un fuerte remanente de 166 MEUR.