La circulación de vehículos quedará restringida en caso de episodio de contaminación a partir del 1 de diciembre. Y este cambio afectará a uno de cada cuatro vehículos que se desplazan al Área Metropolitana de Barcelona. Eso quiere decir 130.000 turismos diésel de más de 11 años y de gasolina de más de 17 años que tendrán prohibido circular entre las rondas de Barcelona a partir de 2020.

El 20% de los vehículos que circulan por las zonas urbanas del Área Metropolitana de Barcelona no se podrán desplazar por el espacio comprendido entre las rondas Litoral y de Dalt a partir del 2020. Según un estudio del Ayuntamiento de Barcelona, la AMB y el RACC, esta cifra corresponde al número de automóviles que no disponen de etiqueta ambiental de la DGT. De acuerdo con la medida anunciada por las administraciones metropolitanas el marzo pasado, esta restricción se empezará a aplicar en episodios de máximo contaminación a partir del 2019, y el año siguiente ya será permanente durante todos los días del año.

El estudio ha analizado una muestra de 176.000 vehículos que circulan para el conjunto del ámbito metropolitano de Barcelona. Dentro de las zonas urbanas, un 20% de estos no tiene etiqueta ambiental, y la cifra sube hasta un 25% en el caso de las vías rápidas. En números absolutos, Lluís Puerto, director de la Fundación RACC, calcula que la medida implicará unos 130.000 vehículos sobre un parque total de 650.000. Según Puerto, "eso afectará sobre todo a las rentas a más bajas" y, por eso, "hacen falta ayudas para que contaminen menos".

El directivo del RACC ha pedido que los vehículos con alta ocupación queden libres de la limitación a pesar de no tener etiqueta ambiental, tal como sucede a la ciudad de Madrid. Además, ha propuesto que una parte del impuesto sobre las emisiones de CO2 aprobado por el Govern se destine a la renovación del parque de automóviles.

Mayoría diésel

Según el estudio, el diésel sigue siendo el combustible que utilizan la mayoría de vehículos, con un uso del 65% en las áreas urbanas y un 72% en las vías rápidas. Sin embargo, José Lao, responsable del informe, ha destacado que desde el año pasado se venden más turismos de gasolina, aunque "el cambio tardará unos años al llegar a la calle".

El uso de diésel es especialmente alto en el caso de las furgonetas, donde supera el 96%. Joan Maria Bigas, director de Movilidad y Transporte de la AMB, ha alertado que del impacto que tienen estas sobre la contaminación. En los episodios de máxima contaminación, Bigas ha comunicado que se hará un "refuerzo del transporte público", que asegura que también se tiene que extender el resto del año. En esta línea, ha comentado que pondrán en funcionamiento 165 nuevos buses hídrids o eléctricos y que se dejarán de homologar taxis diésel antes del 2019.

Coches más antiguos

El estudio también pone de manifiesto que "el parque de automóviles se ha envejecido casi dos años a causa de la crisis económica". La antigüedad media de todos los vehículos de las zonas urbanas es de 7,9 años, y en las vías rápidas es de 8,4. En el caso de los camiones el tiempo de vida supera los 10 años, mientras que entre los taxis y los vehículos de servicios está en torno a los 4.

Finalmente, el informe constata que ha crecido un 3% los número de coches censados fuera de Barcelona que circulan por la ciudad desde el 2009.