La Guàrdia Urbana de Barcelona ha puesto en funcionamiento esta semana la Unidad de Playas, un grupo operativo que estará desplegado hasta finales del mes de septiembre, y que se dedica a realizar patrullajes en las diez playas que conforman la fachada marítima de la ciudad y se centra de manera específica en prevenir y actuar sobre todos aquellos fenómenos que se producen en el litoral barcelonés. La unidad controla y realiza el seguimiento de todos los fenómenos que se vayan detectando en la zona de playas e incluye la posibilidad de repartir kits de emergencia para víctimas de robos y hurtos en la misma playa.
En este sentido, la Unidad de Playas controla todas las situaciones delictivas que puedan tener lugar en el frente marítimo desde su sede situada en el edificio de la Oficina Conjunta de la Guàrdia Urbana y Mossos d'Esquadra en el paseo Joan de Borbó, desde el módulo de la playa de la Barceloneta y desde el módulo situado en el espigón de la playa del Bogatell, y cuenta, para casos de robo, de trípticos de denuncias en diferentes idiomas para facilitar su gestión y de kits básicos de vestuario de reposición para dar asistencia a las víctimas de hurtos o robos que hayan perdido la ropa, que contienen una bolsa con una camiseta, unas chanclas y unos pantalones cortos así como tickets de transporte público de un solo uso para facilitar que las personas puedan volver a su domicilio.
Según ha informado este miércoles el Ayuntamiento de Barcelona, los policías integrantes de esta unidad patrullan a pie, con escúteres, con vehículos de cuatro ruedas, en bicicletas, con vehículos tipos quad adaptados especialmente para circular por la arena y con dos embarcaciones semirrígidas (de 6,5 y 7,5 metros respectivamente), que permiten mejorar las tareas de vigilancia y control tanto de la playa como también de los espigones.
Más de cien mil bebidas intervenidas
El pasado verano, esta unidad intervino 116.018 bebidas provenientes de la venta ambulante no autorizada e interpuso 20.037 denuncias por venta ambulante de bebidas y alimentos. También interpuso 843 denuncias por otras actividades no autorizadas y 37 por no respetar las indicaciones del baño, la mayoría de ellas por bañarse en los espigones y en otras zonas señalizadas en las cuales no está permitido el baño, o el paso está restringido. Los agentes de la Unidad de Playas realizaron 272 detenciones y 425 denuncias, la mayoría de ellas por hurtos y apropiaciones indebidas. Además, la Guàrdia Urbana intensificó, como también hará este año, los mensajes de prevención de seguridad dirigidos a los usuarios de la playa en diferentes idiomas para recordar la peligrosidad de algunas conductas, entre ellas bañarse en los espigones.
La puesta en marcha de la Unidad de Playas forma parte de la Operación Verano que hasta medios de septiembre mantiene activada la Guàrdia Urbana, un dispositivo específico con el objetivo general de asegurar los niveles de movilidad, convivencia, civismo y seguridad en la ciudad en los meses donde se hace un uso más intensivo del espacio público con la llegada del buen tiempo. Este dispositivo supone una intensificación de la tarea que la Guàrdia Urbana realiza durante todo el año y se trabaja de forma coordinada y conjunta con la Policía de la Generalitat-Mossos d'Esquadra y con el resto de servicios municipales.