En una situación de emergencia de sequía y con los árboles sufriendo un importante estrés hídrico, paliado parcialmente por el uso de agua freática, el Ayuntamiento de Barcelona tiene en marcha la campaña de poda 2024, dirigida a efectuar las actuaciones necesarias de mantenimiento del arbolado de la ciudad para eliminar ramas secas, con riesgo de sufrir fracturas o las que se dirigen hacia las fachadas. En total, se prevé actuar en 42.545 árboles de toda la ciudad, de los cuales 29.784 corresponden a arbolado viario y 12.423 son árboles situados en parques y jardines de la ciudad, a los cuales se sumará la revisión de 121.000 árboles más.
La programación de las actuaciones de poda se basa en una serie de criterios técnicos recogidos en la gestión del arbolado urbano, como por ejemplo:
- Las características de las especies arbóreas a podar, la etapa de desarrollo del árbol, momento de floración, época del año, estructura, etc.
- La ubicación del arbolado, si toca a fachada de edificio, si tienen interferencias con el alumbrado, señales de tráfico, semáforos, etc.
- El estado fisiológico y estructural de cada ejemplar que se poda.
- El arbolado viario de la ciudad, siempre que no tenga ningún problema y sea un árbol sano, se poda por término medio cada cinco años si es necesario. La poda se agrupa en diferentes categorías en función de la etapa de desarrollo del árbol y la época en la cual se hace: Poda de formación con el objetivo de formar el árbol desde las primeras etapas de crecimiento y favorecer un desarrollo correcto; poda de mantenimiento con el objetivo de asegurar que los ejemplares estén en buenas condiciones; poda de reestructuración para reducir la copa cuando hay ramas estropeadas o los árboles muestran desequilibrios, y poda de palmeras para hacer el mantenimiento específico que comporta la eliminación de hojas secas, los brotes y las inflorescencias y frutos, respetando al máximo la forma esférica natural de la corona.
El Plan de riesgo del arbolado
Todo el arbolado de la ciudad de Barcelona se revisa, como mínimo, una vez cada dos años, así lo establece el Plan de riesgo vigente. Cada ejemplar de árbol o palmera tiene una ficha donde consta un número de identificación y todas las características, fecha de plantación, ubicación, fechas de realización de podas, tratamientos, plagas, revisiones, etc. Esta revisión realiza una inspección visual en las partes del árbol o palmera, cuello de la raíz, tronco, cruz y copa para poder determinar el estado y si hay que hacer alguna actuación. Las revisiones del Plan de riesgo se realizan de forma paralela al resto de actuaciones que se realizan en el arbolado.
Durante el año 2023 se revisaron 124.345 árboles de la ciudad y este año se revisarán un mínimo de 121.349. Una vez realizada la revisión, si se detectan anomalías se programa la actuación correctiva correspondiente o la retirada del ejemplar y si no se detectan aquel ejemplar se revisará al cabo de dos años.