Barcelona está a punto de convertirse en la primera capital europea del comercio de proximidad en 2026, una vez que la capital de Catalunya ha quedado finalista en la categoría Visionary, para ciudades de más de 250.000 habitantes, donde tendrá que competir con las otras dos ciudades seleccionadas, Utrecht y Zaragoza. La candidatura a Capital Europea del Comercio de Proximidad para 2026 ha sido abanderada conjuntamente por el Ayuntamiento de Barcelona y las entidades y organizaciones del sector del comercio local de la ciudad. La Unión Europea debe recibir ahora en estas semanas una propuesta de programa de actividades para la capitalidad, y decidirá la ciudad ganadora en una ceremonia en Bruselas el próximo día 28 de enero, con el objetivo de poder empezar con las acciones de capitalidad desde la ciudad elegida en febrero de 2026.
La comisionada de Promoción Económica, Comercio, Mercados y Restauración, Nàdia Quevedo, ha destacado la unidad en la candidatura que presenta Barcelona “trabajada conjuntamente con todas las entidades y administraciones de la ciudad”. Quevedo ha explicado que el Ayuntamiento recibe con satisfacción y orgullo la nominación como ciudad finalista y que esta selección de la ciudad refuerza el trabajo que ya se hace con el comercio, las entidades y administraciones: “Se prepara ya un programa de actividades que recoja las que se hacen habitualmente y algunas que se preparan conjuntamente específicamente vinculadas a la capitalidad europea” con el objetivo, ha rematado la comisionada, de “poner de manifiesto el modelo comercial de Barcelona que es un modelo de excelencia”.
La iniciativa de la capitalidad europea del comercio de proximidad es una iniciativa impulsada por Barcelona Comerç y Vitrines d’Europa, aprobada por el Parlamento Europeo en 2023, y abierta desde el mes de julio de este año a la participación de todas las ciudades de la Unión Europea. Barcelona confirmó su candidatura en octubre, en un acto unitario presidido por el alcalde Jaume Collboni y la teniente de alcaldía Raquel Gil junto con representantes de todo el sector del comercio. Para optar a ser la primera sede europea del comercio de proximidad, Barcelona ha aportado una candidatura donde presenta sus principales puntos fuertes y buenas prácticas en cuatro criterios de evaluación:
- Sostenibilidad del comercio
- Apoyo al emprendimiento y vinculación con la comunidad
- Digitalización
- Atractivo de la ciudad y vitalidad
La ciudad elegida finalmente deberá demostrar su fortaleza en estos cuatro ámbitos y la capacidad de convertirse en espejo de buenas prácticas en el comercio local para las ciudades europeas. En este sentido, Barcelona destaca como uno de sus principales puntos fuertes su estrategia integral para fortalecer un modelo propio de comercio de proximidad sostenible, innovador y resiliente, reconociéndolo como un motor esencial del desarrollo económico, social y urbano de la ciudad.