Ante la probabilidad, cada vez más inminente, que la Agencia Catalana del Agua (ACA) anuncie el paso a la fase de emergencia de nivel 1 a causa de la sequía, el Área Metropolitana de Barcelona (AMB), ha anunciado este jueves que se prepara para implementar medidas de ahorro de agua con un plan de contingencia que incluye como primera de una serie de medidas previstas, la bajada de presión del agua. Con todo, según ha afirmado Martí Gullón, director del ciclo del agua del AMB, esta medida no se aplicará "sin avisar", y en este sentido, este mismo jueves ya ha habido una reunión con todos los ayuntamientos metropolitanos para consensuar políticas de ahorro.

Asimismo, Gullón ha recordado que el plan de contingencia implicará también la aplicación de las sanciones previstas por este caso, entre las cuales ha destacado que, una vez se especifique el alcance de las restricciones, lavar un coche podrá ser multado con 30 euros o llenar una piscina con 200, llegando hasta sanciones de 3.000 euros para las situaciones más graves. En todo caso, desde el AMB no se ha contemplado, de momento, aplicar sanciones específicas para reincidentes, pero tampoco se ha descartado que se puedan aplicar si llega el momento de hacerlo. Eso sí, el responsable del AMB ha querido insistir en que este régimen sancionador ya está previsto y es el mismo que se aplicó en la sequía de 2007-08.

¿Qué municipios serán los primeros en notar la bajada de presión?

La intención del AMB es empezar a efectuar las bajadas de presión en aquellos municipios que tengan un consumo más elevado de agua, eso sí, teniendo en cuenta que una vez se llegue al nivel 1 de la fase de emergencia, hecho que se podría producir "en torno al 1 de febrero", se prevé la reducción del consumo a 200 litros por habitante y día, un umbral del cual están muy por debajo la mayoría de municipios. De hecho, desde el AMB no se ha querido especificar nombres, ya que incluso los sistemas de distribución "no distinguen por municipios". Con todo, hay algunos, como Cervelló, la Palma de Cervelló, Corbera de Llobregat, Sant Vicenç dels Horts y Begues, que actualmente superan el umbral, y que, por lo tanto, serían los primeros damnificados.

Con respecto a Barcelona, la ciudad está por debajo de este umbral, con un consumo en torno a los 170 litros por habitante y día. En este sentido, Gullón ha considerado que Barcelona "no es ahora una zona problemática", ya que no sería hasta llegar al nivel 3 cuando se fijaría un umbral de 160 litros por habitante y día, una situación que, si no se soluciona la situación de sequía, se podría dar en verano.