Susto mayúsculo en Adelaide, Australia, cuando una mujer había salido de casa para coger las botas que tenía en el patio y vio que se escondía una cola de color marrón. La sorpresa se la llevó cuando el exterminador de plagas que llamó, Rolly Burrell, le confirmó que se trataba de una serpiente marrón oriental de un metro de longitud. La especie es considerada la segunda de las serpientes más venenosas de la tierra, y se encuentra a lo largo de las costas y zonas interiores de Australia continental.

Burrell, que ya había resuelto un caso similar el año pasado, liberó la serpiente de nuevo en el bosque, pero lejos de las áreas urbanizadas. Las botas Ugg son un icono australiano y están hechas de piel de oveja con un interior de lana, una combinación perfecta que la serpiente aprovechó para calentarse después de un invierno excepcionalmente largo.