Una nueva ilusión óptica se ha convertido en todo un fenómeno viral. Esta vez, se trata de una fotografía de un pastel de fresas con un filtro especial aplicado. A primera vista, se podría afirmar que son frutas rojas sin dudar ni un segundo, pero aquí está la trampa. Porque de píxeles rojos no hay ni uno. De hecho, si se hace zoom o se extraen los colores con un editor de fotografía, las fresas son grises.

Quien está detrás de este engaño es Akiyoshi Kitaoko, un psicólogo experimental japonés experto en crear ilusiones ópticas. Con su última publicación está generando un amplio debate, como pasó hace un par de años con el famoso vestido que algunos veían negro y azul, y de otros blanco y dorado.

Él mismo explica con la teoría de la constancia del color por qué engañan estos montajes. El cerebro humano tiende a corregir el color de los objetos, sin tener en cuenta como la luz o los filtros las pueden cambiar. Eso se suma a la lógica que nos dice, en este caso, que las fresas son siempre de color rojo.

La mente lo tiene muy asimilado y por eso las ve rojas. La única manera en que nos daríamos cuenta del gris de la imagen, entonces, sería que en el pastel hubiera un objeto y no fresas.