No es fácil encontrarse con una persona a la que le guste limpiar como actividad, pero todo el mundo quiere tener una casa limpia. El problema, además de que limpiar no resulta atractivo, es que no solemos disponer de mucho tiempo libre para tener la casa como nos gustaría que estuviera. Por eso, vamos a ver una serie de consejos para poder afrontarlo con mayor efectividad.

Consejos para una limpieza rápida de la casa

  • Limpia toda la casa, no por habitaciones

La limpieza es mucho más eficiente si eliges una tarea (quitar el polvo, pasar la aspiradora, fregar el suelo...) y haces la misma tarea en todas las habitaciones de la casa, en lugar de limpiar la cocina, los baños y luego los dormitorios por separado. Hacerlo de esa manera evita que te sientas como si estuvieras en un ciclo de limpieza sin fin, comenzando la misma tarea una y otra vez.

  • Reúne todas las herramientas de limpieza

Ya sea en un carrito, un balde o una bolsa, tener todo lo que necesitas para limpiar en un recipiente portátil hace que sea mucho más fácil hacer el trabajo. No perderás el tiempo buscando los utensilios necesarios mientras limpias.

  • Deshaz el desorden

Antes de empezar a limpiar, ve habitación por habitación y haz frente al desorden. A medida que recojas cada artículo (revistas, ropa usada, zapatos...), valora lo que debes hacer con cada cosa, si tirarla o guardarla.

Aspiradora y zapatillas tiradas en el suelo
Aspiradora y zapatillas tiradas en el suelo / Unsplash
  • Polvo y aspiradora

Concentra la limpieza en la parte superior de los muebles y la parte inferior de los estantes, pasamanos, marcos de cuadros y pantallas de televisor y de ordenador. Para áreas de difícil acceso, como persianas y estantes superiores, ata un paño de microfibra al extremo de una escoba. Cambia las sábanas de los dormitorios antes de pasar la aspiradora.

  • Limpia espejos y cristales

Usa un paño de microfibra húmedo, seguido de un paño seco para limpiar todos los espejos y superficies de vidrio.

  • Desinfecta encimeras y superficies

Limpia las superficies duras, desde encimeras, electrodomésticos y armarios hasta manillas de puertas, interruptores de luz, mandos a distancia y teléfonos. Conviene desinfectar estas superficies, particularmente las que pueden transmitir gérmenes a las manos y la cara de las personas. Prepara una solución desinfectante no tóxica mezclando media taza de vinagre de sidra de manzana con una taza de agua.

  • Pon atención en bañeras, lavabos e inodoros

Rocía el desinfectante en el fregadero de la cocina y luego en los lavabos, bañeras e inodoros del baño. Déjalo reposar durante unos minutos para que el limpiador tenga tiempo de disolver la suciedad y las manchas. Luego regresa a la cocina y comienza a fregar. No olvides limpiar el interior del microondas. Limpie los baños al final.

  • Barrer, luego fregar

Barrer los suelos de la cocina y el baño. Luego, empezar a fregar desde el rincón más alejado de la habitación, retrocediendo hacia la entrada (es decir, no se seque en una esquina). Conviene enjuagar la fregona cada poco tiempo.

  • Sigue moviéndote cuando aspires

No te preocupes por que queden limpios cada rincón y cada grieta cuando pases la aspiradora. Simplemente sigue moviéndote por la casa, pasando la aspiradora en cada habitación una sola vez.

  • Limpia rutinariamente los utensilios de limpieza

Una parte de la limpieza de la casa que a menudo se pasa por alto es el mantenimiento de los utensilios de limpieza. Usar una fregona sucia o una aspiradora con una bolsa llena es mucho menos efectivo y terminarás pasando más tiempo tratando de limpiar.

  • Haz de la limpieza una actividad de grupo

Hacer que la limpieza sea un esfuerzo de equipo es una de las mejores maneras de limpiar una casa rápidamente. Programa un momento con anticipación con tu familia y asigna tareas a cada persona. Trabajar juntos puede añadir algo de diversión a la limpieza y la casa estará reluciente en poco tiempo.