Tamara Falcó quiere ser madre. Es uno de sus sueños más anhelados, y no es ningún secreto. Ella misma lo ha reconocido en más de una ocasión. De hecho, incluso ha estado siguiendo un tratamiento de fertilidad. La cigüeña, sin embargo, parece hacer oídos sordos a sus peticiones.  

Cuando Tamara volvió con Íñigo Onieva tras publicarse las fotos del relaciones públicas liándose con otra mujer, los rumores empezaron a circular. Algunos decían que Tamara necesitaba el gancho de la boda para la segunda temporada de su serie en Netflix, 'La Marquesa'. Todo sea por el espectáculo. Pero no fueron las únicas teorías que circularon.  

Tamara Falcó tiene prisa por ser madre 

Porque Tamara ya se acerca a los 42 años. Los cumple el próximo 20 de noviembre. Y a esa edad, quedarse embarazada es cada vez más difícil. Y se ha dicho que, dados sus tropiezos en el amor, encontrar a un nuevo hombre que cumpla sus requisitos (y que la soporte) podría haber sido un desafío monumental. Así que, casarse con el que tenía a mano, en este caso, Íñigo, era la opción fácil y directa. 

tamara falco iñigo onieva instagram
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Tras el "sí, quiero", la pareja estaba lista para comenzar la misión de ser padres. Sin embargo, surgió un pequeño inconveniente en forma de vacunas. Tuvieron que posponer sus planes porque médicamente les obligaron a vacunarse antes de su luna de miel en Sudáfrica.  

Tamara e Íñigo siguen esperando a la cigüeña 

Pero desde su regreso de Sudáfrica, la pareja ha tenido tiempo de sobras para buscar el embarazo. Madrid, París, Sotogrande, Roma, Ibiza... Un tiempo y unos lugares en los que han tenido muchas oportunidades para ponerse manos a la obra en lo de ser padres. “Vendrá cuando Dios quiera y ojalá quiera pronto. Ya estamos abiertos. Primero vamos a ir por la vía natural. Por eso me he preocupado de tener el cuerpo sano. Si después tenemos problemas, ya veremos", reconocía Tamara. La pareja ha podido acelerar el ritmo en la cama para atraer a la cigüeña.  

De hecho, el ambiente del que se han rodeado Íñigo y Tamara en la isla balear, invita a buscar la descendencia con más insistencia. Un hotel cuyo alojamiento cuesta 4.000 euros la noche rodeado de lujos y paisajes de ensueño, situado a pie de mar y con unas vistas increíbles. "Es un remanso de paz y hemos tenido la oportunidad de conocer un Ibiza off season totalmente desconocida para nosotros", escribió la marquesa en las redes sociales.

No solo eso. Según se puede ver en la cuenta de Instagram de Tamara, han vuelto a París. Sin embargo, que se sepa, ni siquiera estar en la ciudad del amor, donde reside la cigüeña, les ha dado resultados.