Todo por la audiencia. En España los viernes se libra una batalla feroz en TV. El día de quedarse en casa a ver un gran show enfrenta Tu cara me suena de Antena 3 y Got talent de Telecinco. Vasile mueve las piezas como el general de un ejército. A partir de la semana que viene envía a Bertín Osborne a morir contra TCMS mientras pone los lunes el talent show musical de Risto Mejide y Jorge Javier Vázquez para captar a los fans de OT. Pero el último viernes quería derrotar el programa de imitaciones de Llàcer y Lolita y lo ha conseguido jugando fuerte: invitando a cantar al compositor que ha hecho una canción con los votos de la boda de Risto y Laura Escanes. Las lágrimas de la pareja hicieron que Get talent se disparara al 17,3% y hundiera TCMS al 14,5%. El momento es largo porque empieza con el concursante cantando Escándalo de Raphael imitando a Bosé, Bisbal, Maná o Manolo García. Brillante. Tu cara no me suena todavía ya puede ficharlo cueste lo que cueste. Pero lo mejor viene al final:
¡Morimos de amor! @LauraEscanes y @ristomejide lloran de emoción al escuchar sus votos en forma de canción > https://t.co/iBHxSjqGis pic.twitter.com/TDWrymUyHD
— Telecinco (@telecincoes) 10 de febrero de 2018
La boda de Risto y Laura fue todo un acontecimiento social en Cataluña. La boda real de la República catalana. Con Pilar Rahola, Paolo Vasile o Josep Antoni Duran i Lleida, por recordar sólo tres nombres. Nueve meses después de aquella boda no tenemos un nacimiento, Escanes ha desmentido reiteradamente su embarazo, sino a Telecinco haciendo audiencia a costa del enlace. La emoción de aquel día repetida con llantos en un plató juntando a los dos cónyuges.
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El primer plano de Risto alejado de su imagen agresiva de jurado implacable de OT, con el anillo en el dedo anular de la mano izquierda y secándose una lágrima bajo las gafas de sol es TV en estado puro. Por si faltaban ingredientes el programa invitó a la grabación a Laura Escanes, discretamente escondida del público en el anfiteatro. Había, eso sí, una cámara enfocándola.
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Los votos que Risto le dedicó a Escanes el día de la boda no están entre los mejores escritos del publicista. Están llenos de cursilería como "Sí quiero, aprender a quererte cada día un poquito mejor, que no más porque es imposible". Pero lo ñoño también vende y Telecinco de eso sabe.