La película de la gobernabilidad en España ha ido mutando de género a lo largo de los últimos meses. Primero, parecía una de aventuras. Épica, incluso, con Sánchez ganando el 28-A y dejando muy atrás al resto de partidos. Después vino el suspense, con las negociaciones fallidas entre Sánchez e Iglesias. Una vez el presidente del gobierno en funciones optó por repetir elecciones, llegaba el terror. A veces rozando el 'gore', sangrante, horripilante, con Abascal subiendo como la espuma. Ahora bien, la cosa no pasó de allí, y los socialistas mantuvieron la distancia con el resto de participantes el 10-N, así como la posibilidad de formar el mismo gobierno que habían descartado. Y finalmente, el penúltimo giro de guion, adentrándonos en la comedia alocada: Rivera K.O., por una lado. Por el otro, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias dándose abrazos, estrechándose las manos y firmando un pacto de gobierno en el que, ¡oh, sorpresa!: Pedro presidente y Pablo vicepresidente. Aquí entra el punto romántico, que siempre vende mucho. No sabemos que caray hace Paramount Pictures que no ha comprado el argumento para llevarlo al cine: seguro que arrasaría. Pero ya saben: El cine es ficción. Una mentira muy bien parida, pero una mentira. Y el gobierno de un país con los problemas del estado español tendría que ser más serio.

Pedro Sánchez Pablo Iglesias pacto EFE

Pedro Sánchez Pablo Iglesias pacto EFE

Los últimos golpes de ingenio del maléfico guionista que ha imaginado esta historia han puesto patas arriba el panorama político estatal en tan sólo 48 horas. Demasiado rápido, demasiado enrevesado y rebuscado. Total, para llegar al mismo punto. Un montón de curvas, de subidas agotadoras y bajadas sin control ni frenos, para acabar haciendo lo que la mayoría le pedía no hace ni dos meses: pacto a la izquierda y ponerse a trabajar de una vez por todas. "Para este viaje no hacían falta esas alforjas", dicen en castellano. Costa de creerse el pacto por muchas razones. Y así lo han expresado tres de las voces de referencia en Catalunya, como Josep Maria Mainat ("no me salen las cuentas"), Toni Soler ("Iglesias, de semi-zombie a rising star en 48 horas") y la más contundente Pilar Rahola: "¿De qué cojones hablan?". Rahola dice esto del preacuerdo: "hablan de garantizar la convivencia a Catalunya. No es convivencia, es política, son derechos democráticos, es represión".

Pedro Sánchez Pablo Iglesias acuerdo gobierno 2 EFE

Pedro Sánchez Pablo Iglesias acuerdo gobierno EFE

Veremos si la película acaba aquí, cómo acaba y si tendremos tercera, cuarta y quinta parte del film. Como aquellas sagas de 'Loca Academía de Policía' o similares. Estaremos atentos, sobre todo por el bien de los derechos y las libertades en Catalunya.