Marc Márquez, el astro del motociclismo que estuvo al borde de la retirada por sus lesiones, ha vuelto a ser tema de conversación no solo por sus giros imposibles sobre la pista, sino por el hombre que, desde las sombras, lo ayudó a resurgir: Josué Tarí, su preparador físico. En una reveladora charla en el pódcast Todo se entrena, Tarí no se mordió la lengua al destapar la fórmula con la que transformó al piloto en un guerrero mental y físico.
La historia comienza casi como un guion de película. El manager de Márquez lo citó en una reunión misteriosa. “Yo fui a la reunión. Lo que yo no sabía es que la reunión me iba a encontrar a Marquez y me iban a plantear llevar la recuperación. Entonces, yo creo que ahí lo primero es sincerarte, tío. Yo les dije: ‘yo no tengo ni puñetera idea de Moto GP’”, recordó Tarí. Así, sin experiencia alguna, aceptó el reto de llevar la recuperación de un deportista cuya carrera parecía estar en la cuerda floja. El resultado: un trabajo que muchos califican de “milagroso”.

La mente como arma secreta en la recuperación de Marc Márquez
Durante la charla, el preparador insistió en algo que pocos se atreven a decir: el éxito no solo depende de los músculos, sino de la capacidad mental para sostener la concentración en el entrenamiento. “Tú no puedes ser una persona con muy poca atención en un tema, es decir, ser muy distraído, muy disperso y luego en el otro querer rendir al 100%”, declaró con firmeza. Para Tarí, cada distracción es una rendija peligrosa por la que se cuelan errores fatales, sobre todo en un deporte tan arriesgado como el motociclismo.
De acuerdo con las declaraciones de Tarí, el error más frecuente de los atletas es limitarse a creer que solo la condición física garantiza la victoria. Él sostiene que la verdadera contienda se define en el plano interno, e insiste en la máxima de: "Asegúrate de que tu mente esté en el entrenamiento”. Y es ahí donde Márquez demostró su grandeza, aplicando a rajatabla una filosofía que incluso Michael Jordan había defendido en su tiempo.

La disciplina invisible detrás del campeón de MotoGP
Ahora bien, lejos de la imagen del piloto invencible, el podcast destapó la faceta más humana de Marc Márquez: un hombre dispuesto a luchar contra la dispersión mental y la rutina. Tarí confesó que, durante las sesiones con Marc, bastaba una llamada o una mirada al móvil para interrumpir el proceso. “Ey, ¿qué pasa, tío? ¿Para qué estamos entrenando? Si tú no eres capaz de mantener una hora y media aquí con demandas oscilantes, ¿cómo lo vas a mantener 25 minutos encima de una moto con demandas máximas durante todo el tiempo?", le llegó a decir el preparador físico a Márquez. Esa exigencia se convirtió en parte de un plan que no se basaba en el clásico “no pain, no gain”, sino en un innovador “no brain, no gain”. En otras palabras: sin inteligencia mental no hay victoria deportiva.
Los métodos, lejos de ser convencionales, incluyeron desde técnicas de sobrecarga progresiva hasta ejercicios cotidianos como leer, hacer puzzles o jugar al ajedrez. Todo estaba diseñado para afilar la concentración y crear una mentalidad indestructible. Hoy, con Marc Márquez nuevamente en lo más alto, queda claro que su resurrección no fue obra de la suerte, sino de un proceso minucioso donde cada segundo de atención contaba.