Pónganse de pie y cojan palomitas, porque Marc Márquez está en estado de gracia. Después de unas temporadas con un nivel irregular, el piloto ha conseguido volver a ser él y, antes de llegar a las últimas carreras, ya es el campeón del mundo. El circuito de Japón vivió historia de la MotoGP, porque vio como un catalán de Cervera se levantaba por novena vez encima de la cima del mundo. La fiesta estuvo a la altura del hito histórico y vimos al piloto más eufórico que nunca con su gente. Lágrimas, gestos de rabia y abrazos muy emocionado, el único que sabe por todo lo que ha pasado en los últimos años tan solo es él y, por fin, con 32 años, ha vuelto más fuerte que nunca.

Casi sin poder hablar en una entrevista por DAZN explicaba así sus sensaciones después de la victoria: "Lo primero que me sale es que estoy en paz conmigo mismo...". El protagonista se rompía entre lágrimas y, con la voz entrecortada, continuaba: "Ha habido mucha gente que me ha ayudado para salir de aquí. Solo es imposible. Luego, obviamente, las decisiones las tienes que tomar tú con lo que sientes, pero es que no quiero recordar lo que he pasado. Quiero disfrutar el momento de ahora, pero estoy en paz. Esto es lo más importante". No quiso decir nombres, porque no acabaría, pero estamos convencidos de que estarían todos de los que hemos ido hablando en los últimos meses: Gemma Pinto, Àlex Márquez, Roser Alentà, Julià Márquez...

Marc Márquez hizo historia y no ha sido hasta hoy, que ha colgado la fotografía que todo el mundo estaba esperando, una imagen de ensueño. Encima de la cama, sin camiseta y con los ojos cerrados, el piloto tuvo durante la noche una compañía que hacía tiempo que anhelaba, la copa de campeón del mundo. Abrazándola, con un brazo encima de ella, para que nadie se la robe, el catalán publicó su fotografía más íntima que pasará a la historia de los deportes de motor. ¿El título? No podía ser mejor: "El mejor despertar de la historia". Ni que lo jure, cuánta gente debe haber soñado con despertarse al lado de esta copa o, incluso, de él. La escena es brutal y en cuestión de horas está a punto de llegar al medio millón de "me gustas".

Marc Márquez disfruta y hace disfrutar a todos los seguidores de la MotoGP, porque es valiente, talentoso y un auténtico terremoto. Las lesiones no han podido pararlo y los contrincantes tampoco. El de Cervera se ha convertido en un emblema para Catalunya y para todos los fanáticos de los deportes de motor. No tenemos ninguna duda, el protagonista está completamente de enhorabuena y con una fotografía nos lo ha dejado claro, se siente en paz. Quién se lo hubiera dicho hace unas temporadas. Marc Márquez es catalán, vive feliz y está en paz.