La Justicia Europea habló el viernes, y se podía decir más alto pero no más claro: la euroorden contra el presidente Carles Puigdemont y los consellers Toni Comín y Clara Ponsatí, eurodiputados y exiliados, está suspendida. No se les puede detener. Punto final. Una resolución con destinatarios inequívocos: el juez Pablo Llarena, el Tribunal Supremo y el Estado español. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea le leyó la cartilla como nunca al magistrado que encabeza la tozuda estrategia y la obsesión de encarcelarlos como trofeo de caza mayor de la causa general contra el independentismo. "Un bofetón en la cara del señor Llarena", en palabras de Pilar Rahola, que dedica su 'Palabra de Rahola' al análisis de esta decisión tan contundente.

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El juez Pablo Llarena / ACN

La escritora y defensora del derecho a la autodeterminación de Catalunya utiliza las preguntas que el abogado de Puigdemont, Gonzalo Boye, ha dirigido al alto tribunal español al conocer la manifestación de Luxemburgo: las hace con toda la intención a Llarena por si no ha entendido, ha olvidado o ha pasado por alto alguna de las cosas que le dicen sus homólogos europeos, de obligado cumplimiento para Madrid: "¿Ha obedecido la Justicia europea y ha suspendido la causa contra mis representados y la suspensión de las órdenes de detención europea dirigidas contra los eurodiputados? Ha comunicado a las fuerzas de seguridad así como al sistema de información de Schengen y a la Interpol que no pueden detener al presidente Puigdemont, ni a Toni Comín ni a Clara Ponsatí si vienen a España?". Europa le estaba diciendo que "en virtud del principio de cooperación leal, las autoridades nacionales tienen que tener en cuenta la suspensión del proceso penal". Y por ello  el abogado reclama copia de la circular anulando las euroórdenes. Pilar hace la gran pregunta: "¿Llarena ha prevaricado? ¿Ha incumplido la ley? ¿Ha emitido unas euroórdenes que no podía emitir y que sabía que no podía emitir? ¿Le importa un rábano la Justicia Europea?". Por todo ello le dice al "Señor Llarena: Supensión del proceso penal. En castizo, para que lo entienda".

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El presidente y los consellers en el exilio, Carles Puigdemont, Clara Ponsatí y Toni Comín en el Alguer / EFE

La resolución traerá mucha cola, y un proceso lleno de optimismo para el independentismo. ¿Por qué? Porque "nos lleva indefectiblemente al retorno de los exiliados catalanes". Poner fecha a este hito es complicado, y Rahola prevé que probablemente tendremos que esperar a la resolución final del TJUE. O quizás no tanto, porque "es posible que pase antes, ya saben que no pueden emitir euroórdenes". Serán meses en lo que podríamos vivir cosas de primera magnitud como el retorno de los 3 exiliados "que no han podido pisar territorio español en su país, Catalunya, a raíz de la persecución sistemática" desde hace 4 años. Lo ve inevitable: "Cuesta imaginar que las cosas puedan continuar igual, con este tipo de pax autonómica si retornan el presidente legítimo y dos consellers".

"Estaremos a un paso de un cambio de paradigma en Catalunya. Preparémonos", alerta. Porque si Carles Puigdemont vuelve "piensa hacer efectiva cuando pueda la declaración unilateral de independencia. Es su meta, es su voluntad". Por lo tanto, aunque "parece que ahora todo está muy tranquilo, apático y rendido, pueden pasar cosas que demuestren que hay mucha gente que no está rendida y que tiene ganas de avanzar en los derechos nacionales de Catalunya y el mandato del Primero de octubre. Vienen tiempos muy interesantes".