Hace justo un año, tenía lugar la "famosísima mesa de diálogo que nos vendieron con una gran fanfarria sobre el inicio de la resolución del conflicto catalán", tal como la describe Pilar Rahola. La escritora, 365 días después, hunde la reunión en su Palabra de Rahola, con hechos y con palabras. Hoy, un año después, "22 personas que se manifestaron en el corte del Pertús han ido a juicio", los últimos representantes de una larga lista de "ciudadanos catalanes que han pasado por los juzgados" desde entonces. Rahola lo tiene claro: "La represión no se ha detenido, sino que ha empeorado". Y al fin y al cabo, salpimentado con un año donde no se han detenido, por ejemplo, los "escándalos de corrupción de la monarquía", y aquí no ha pasado nada. Rahola tiene claro que estamos asistiendo al "juego de la zanahoria del indulto, manteniendo todos los procesos represivos,", y se pregunta: "¿En qué momento decidieron algunos que tomarnos el pelo era lícito?". Lamentablemente, la respuesta la encontramos tanto en los unos como en los otros: "El problema es que una parte del independentismo no negoció sobre hechos tangibles, sino encima de humo. Tomaduras de pelo. La bolita... Trileros. La mesa de diálogo fue siempre mentira, la jugada de un trilero". Unos, dejándose engatusar y el otro, Pedro Sánchez, a quien Rahola define como un "pésimo presidente, pero es un gran táctico. Ningún proyecto e ir haciendo propaganda. Que lo haga él es una cosa, que lo compremos nosotros es otra". Y una constatación: "¿Mesa de diálogo? Era una 'fake-diálogo', una tomadura de pelo, era la última jugada de un estafador":