Pep Guardiola ha grabado un discurso a favor de la lucha antirracista. Conmovido por la muerte de George Floyd a manos de la policía en los EE.UU., el entrenador del Manchester City hace un llamamiento a sumarse al movimiento por los derechos de las personas negras y denuncia el papel de los blancos en esta historia: "Tendríamos que pedir perdón por la manera como hemos tratado a los negros en los últimos 400 años. Me siento avergonzado por lo que les hemos hecho por todo el mundo. No sólo en los EE.UU. El problema del racismo está en todas partes. Quizás para nuestra generación ya es demasiado tarde, pero las nuevas generaciones todavía pueden entender que todos somos seres humanos. No tiene nada que ver con nuestro color de piel. Cada gesto es importante, es una lucha diaria", ha alzado la voz a través de un vídeo que ya circula por las redes sociales. Pero mientras los seguidores de Guardiola lo aplauden, el locutor de radio Juan Ramón Lucas pierde los papeles y lo ataca por independentista.

Pep Guardiola contento EuropaPress

Europa Press

Juan Ramon Lucas GTRES

GTRES

Acusaciones de hipócrita en medio de un mar de insultos, el presentador de La Brújula en Onda Cero no esconde su aversión a Guardiola y le dedica una retahíla de palabras cargadas de ira en su Twitter. Después de tildarlo de "pijo supremacista", el madrileño pierde definitivamente los papeles entre mentiras y apuntando también contra Quim Torra: "Un tipo que hace gala de su desprecio hacia lo español, de su inalterable superioridad catalana, uno de los corifeos del racista Torra, se permite ir de antiracista furibundo", escribe. Tufo catalanofóbico sólo porque el exentrenador del Barça es indepe y asegurando que desprecia España por una supuesta "superioridad catalana" de la que Guardiola nunca ha hablado. Fake news de manual. En cuestión de horas, el tuit del periodista ha provocado un gran alboroto en la red, con miles de reacciones y una avalancha de respuestas, desde los que lo señalan por catalanófobo a los que celebran unas afirmaciones que firmaría el mismo Santiago Abascal:

"¡Manda huevos!"