Las últimas horas hemos asistido a dos nuevos casos de gente que se indigna cuando oye hablar en catalán. Es más, no solo se indignan, sino que además, exigen que dejemos de hablar en nuestra lengua y que lo hagamos en castellano. Gente que si fuera por ellos, solo se hablaría en una sola lengua, y al resto, que les den. Este mismo martes el gran Toni Soler reaccionaba así cuando un cónsul, el de Ecuador en las Islas Baleares, Julio César Lalama, se ha quejado de que sus conciudadanos que vienen a vivir a Catalunya o a las Baleares tengan que aprender catalán para trabajar. "Que el catalán puntúe, desperdicia el talento de muchos ecuatorianos", decía en el Diari de Mallorca. Y Soler, finísimo, se ha hecho eco: "Escuche señor, que ustedes se dejaran colonizar no quiere decir que nosotros hagamos lo mismo".

No nos marchamos de las Islas Baleares porque allí se ha producido otro hecho relacionado con la lengua que ha hecho saltar, precisamente, a un excompañero de Soler cuando este presentaba el Està passantÒscar Andreu. Un comentario y un gesto lamentable del cual ha informado dBalears. Explican que hace unos días ingresaron a una persona en el hospital de Son Espases, en Palma. Una persona que se ha puesto en contacto con el citado medio para hacer llegar una queja sobre el trato recibido y la discriminación en razón de lengua que sufrió mientras estaba en el centro. Fue hace dos sábados, el 6 de abril, día que precisamente, el Mallorca disputaba la final de la Copa del Rey contra el Athletic Club de Bilbao en La Cartuja de Sevilla, final que lamentablemente para los intereses de sus aficionados, perdieron.

El paciente, como decíamos, se encontraba hospitalizado en Son Espases y explica que en las horas previas, sintonizó el canal de televisión IB3 en un aparato que había en un espacio común, "ya que la televisión de las Baleares ofrecía una amplia cobertura previa del partido de fútbol". Cuál fue, sin embargo, su sorpresa e indignación cuando de repente llegó un enfermero y, sin consultar a nadie, cambió el canal y puso TVE". Cuando el paciente le recriminó el cambio, ¿adivinan cuál fue la respuesta del enfermero?... ¡Bingo! El habitual y abyecto "habla en castellano que estamos en España". Según explica dBalears, disponen de más detalles de los hechos, "aunque por petición del denunciante no los hacemos públicos".

Al leerlo, Òscar Andreu, que no es ni la primera vez ni será la última que se pronuncia cuando ve alguna barbaridad relacionada con el uso del catalán, ha soltado un explícito comentario: "Hace siglos que se hace, la inmersión en castellano. Y funciona"...

Brutal. No hay que añadir nada más.