La nueva edición de Operación Triunfo se esperaba como agua de mayo. Después de meses de casting, TVE anunció que ya estaba preparada la primera gala. La audiencia se volcó en conocer a los nuevos cantantes y analizar detalladamente cada actuación. ¿El resultado? El casting parecía ser todo un acierto y el nivel había subido respecto de la primera gala del año pasado. Los problemas de sonido van solucionaron y Roberto Leal presentó sin nervios ni casi errores.

Con la segunda gala esta sensación se mantuvo y los teleespectadores querían cada vez más. Empezamos a conocer las personalidades de los concursantes, tres chicas se iban convirtiendo en las claras favoritas y el jurado acierta mucho en las valoraciones.

Teniendo en cuenta este contexto, era evidente que la gala de este miércoles generaría mucha expectación. Y así fue... 15,8% de share en España aunque las interpretaciones no fueron muy buenas. El programa dio un paso atrás por culpa de un repertorio de canciones muy poco acertado y unos problemas de sonido que impidieron que la voz de los cantantes se escuchara bien desde casa.

El problema principal parecía claro: las canciones no pegaban con los concursantes, que no supieron adaptarse a los estilos diferentes que les proponían. Sin chispa y evidenciando sus debilidades, nos encontramos con la peor gala de las tres que se han emitido.

De entre este caos, por eso, destacó claramente a Natalia. Gracias al Tainted love que interpretó con Marta, consiguió convertirse en la preferida del público.

Alba Reche y Julia fueron los mejores de la noche, lo que hizo que cruzaran la pasarela sin problemas.

El principal perjudicado fue Noelia, que se había empezado a decantar como la mejor del casting pero que ha pasado desapercibida en una canción en la que no ha lucido nada. Dave, su compañero de actuación, de hecho, acabó siendo uno de los dos nominados junto con África.

La gala de este miércoles tenía otro atractivo, descubrir quién sería el primer expulsado de la edición. Después de toda la noche pidiendo el voto de los teleespectadores, el resultado ha sido abrumador: Sabela se salvaba gracias a un 78,8%. Con lo que Alfonso se marchaba triste en casa, pero con ganas de volver a plató a presentar a un single.

Una de las canciones que más repercusión tuvo en la red, por eso, fue la de Mimi. La primera expulsada del año pasado está triunfando con su nombre artístico Lola Índigo. Fuerza, potencia de voz y el público vibrando.

El jurado se mantuvo en un segundo plano durante toda la gala, evitando hacer valoraciones y sin querer crear polémica. La red se llenó de mensajes, en consecuencia, criticándolos. ¿Cambiarán de actitud la próxima semana?