"No hay que ser indepe para escribir una carta a Jordi Cuixart". Con esta declaración de principios Jordi Évole dedicaba su último artículo de El Periódico al único preso político que queda que nunca ha sido diputado. El líder de Òmnium ha recogido el guante y ha enviado una rareza en el 2018: una carta escrita a mano. En dos humildes hojas de libreta a cuadros Cuixart escribe de Jordi a Jordi:

El día que Évole vuelve a La Sexta con un Salvados dedicado, presuntamente, a la depresión, el mundo independentista se reconforta con dos personas con ideas no coincidentes pero que se respetan y se admiran intelectualmente. Cuixart deja estas dos perlas desde la celda donde hace más de 3 meses que vive: "Conversar con personas con quien sabes que discrepas pero con quien también te unen un montón de complicidades es doblemente estimulante" y "Nunca me ha seducido una idea relativamente extendida en el soberanismo que defiende el concepto de ensanchar. Yo siempre he sido más partidario de compartir, que pide conocernos y reconocernos más y mejor". Impecable.

Évole hace tiempo que se lamenta de recibir bofetadas en las dos mejillas. Algunos independentistas lamentan no tener su mente lúcida de parte del soberanismo pero el unionismo es ahora quien le ataca con más virulencia, como cuando pidió la libertad para Junqueres o por esta correspondencia con Cuixart:

@jordievole

Al periodista de Cornellà le irán bien estas bambas de Salvados para arrancar a correr. Pero la audiencia de su primer programa de la temporada agradecerá su talante. Con estos Jordis, Cuixart y Évole, los catalanes pueden considerarnos salvados.