Gerard Piqué ha vuelto a pasar por Miami. Una visita fugaz, tenía que entregar a los niños Milan y Sasha a su ex Shakira. Después de unas semanas juntos disfrutando del tiempo que le corresponde según el acuerdo de separación, el exfutbolista azulgrana ha cumplido con sus obligaciones escrupulosamente. Si hubiera sido por él la estancia de los chiquillos habría sido más duradera; su intención era que este viernes asistieran a la boda del tío Marc Piqué. La cantante colombiana, sin embargo, se ha negado. Si le puede complicar la existencia no perderá ninguna oportunidad. La guerra, la venganza y el toma y daca no se detiene.

Las imágenes de Piqué en el aeropuerto internacional de Miami era una pieza muy codiciada por los medios norteamericanos de habla hispana. Cualquier excusa es buena para atacar al ex de su ídola, y han conseguido su objetivo. Un programa en concreto se ha llevado el premio gordo: el espacio 'El Gordo y la Flaca', donde trabaja como colaborador el enemigo número 2 de Gerard, el paparazzi Jordi Martín. Un Martín que como revancha por la condena por acoso a Clara Chía ha desembuchado en un canal de Youtube, desbarrando de manera grosera contra él. "Racista, clasista, mujeriego. Solo le ha faltado Ada Colau por fumársela". Cuánta clase.

Piqué e hijos Miami Univision
Piqué con sus hijos en el aeropuerto de Miami / Univision
Shakira GTRES
Shakira / GTRES

Gerard entrega Milan y Sasha a Shakira después del "no" de la madre a asistir a una boda familiar

Siguiendo el estilo de Jordi, los presentadores del programa han sido muy críticos con la escena que se ha vivido en el aeródromo. Justo después de aterrizar y de salir por la puerta de la terminal, un manojo de reporteros, cámaras de televisión y fotógrafos de prensa locales rodeaban al trío y empezaban a disparar preguntas sin descanso. Un interrogatorio a que Gerard solo ha contestado con un ruego cada vez más crispado: que lo dejaran en paz y que tuvieran respeto por los menores. Exactamente lo mismo que Shakira pidió públicamente al instalarse en la ciudad de Florida. Los periodistas le han hecho caso, pero aplican la ley del embudo. A Shakira todo. A Piqué, ni agua.

Piqué enfadado hijos Miami Univision
Piqué enfadado en Miami / Univision

Piqué, hartó de la persecución mientras camina con los niños por el aeropuerto de Miami

"¿Qué tal la relación con tus niños, bien?", inquiría uno de los reporteros. Gerard, tras unos instantes de silencio, era claro: "Venga. Un poco de respeto por los niños, ¿vale?" Seguía caminando con dificultades cuando otro informador le espetaba lo siguiente: "¿Es cierto que con Clara Chía vas a casarte?" En esta ocasión la reacción fue diferente. Harto, enojado y desafiante, los mandaba a hacer gárgaras: "Por favor, por favor. Ya está, ¿vale?" Se dirigía a la cámara que lo grababa y le hacía un gesto inequívoco con la mano: le estaban tocando aquello que no suena. Atención al comentario de calidad de la presentadora del show: "Ay, y qué era eso así tan normal, sin seguridad ni nada sabiendo que en el aeropuerto te van a esperar los medios". Claro, claro. La ley del embudo again, bros. El compañero de plató, coronándose todavía más: "Está un poquito de mal humor, ¿no? Me recordó a mi esposa con Mili". ¿Rancio? No, qué va.

Si los incondicionales de Shakira van de este palo, valdría más que se defendiera ella solita, sin colaboradores externos. Dan pena.