Carlos Alcaraz volvió a dejar sin aliento al mundo del tenis al derrotar sin problemas a Zizou Bergs en el ATP 500 de Tokio, apenas dos días después de sufrir una fuerte torcedura de tobillo. Pero detrás de esta recuperación casi milagrosa no solo está el talento del número uno español, sino la mano mágica de Juanjo Moreno, su fisioterapeuta de confianza. El joven tenista no dudó en proclamarlo públicamente: Tengo al mejor fisioterapeuta del mundo”.

El tobillo de un tenista es su talón de Aquiles, y lo de Alcaraz parecía grave. Sin embargo, en menos de 48 horas volvió a estar en plena forma. La clave estuvo en la disciplina y en un tratamiento que, según se comenta en los pasillos del torneo, rozó lo experimental. Moreno conoce a la perfección cada fibra muscular del campeón y aplica métodos que combinan ciencia, innovación y experiencia internacional. Nacido en Albacete, su carrera no siempre estuvo ligada al tenis. Antes de convertirse en pieza fundamental del equipo de Alcaraz, trabajó en clubes de fútbol e incluso se formó en Francia, en ciudades como Lyon y Marsella. Su currículum impresiona: licenciado en Ciencias de la Actividad Física y en Fisioterapia, ha colaborado con figuras como Pablo Carreño, Nico Almagro y el propio Juan Carlos Ferrero.

Juanjo Moreno y Carlos Alcaraz
Juanjo Moreno y Carlos Alcaraz

Dormir, comer, confiar y pensar: el método Juanjo Moreno para desactivar creencias limitantes

Pero Juanjo Moreno no es solo un fisioterapeuta: es un arquitecto del cuerpo y la mente de Alcaraz. En Roland Garros 2023 ya saltó a la fama al desvelar cómo combatió los calambres del murciano con un inesperado remedio: jugo de pepinillo. Desde entonces, su nombre comenzó a resonar en los círculos deportivos como un pionero en la recuperación rápida de lesiones.

Su éxito no se limita al tratamiento físico. Moreno insiste en que la verdadera diferencia está en la mentalidad. En sus propias palabras, en una entrevista para el canal de Ingenio Inversor, muchos deportistas y personas comunes fracasan porque “no se paran a pensarse”. Es decir, no reflexionan sobre lo que realmente necesitan para estar bien. Para él, la clave está en dormir bien, alimentarse correctamente y mantener una fe inquebrantable en el proceso de trabajo.

Juanjo Moreno y Carlos Alcaraz
Juanjo Moreno y Carlos Alcaraz

Una filosofía que trasciende el deporte

La reflexión de Moreno adquiere un tono filosófico cuando aborda la trampa de la ambición desmedida. Critica la tendencia de la sociedad a ir haciendo cosas por inercia, persiguiendo metas externas de estatus o riqueza sin definir primero qué es "suficiente" para uno mismo. El verdadero punto de inflexión, el consejo que el experto ofrece, es simple y potente: plantéate lo que es suficiente para ti antes de arrancar todo ese proceso.

Esta pausa reflexiva es la clave para desprogramar las creencias limitantes y evitar la "inconformidad" que surge al confrontar la propia realidad. La enseñanza del fisioterapeuta va más allá del deporte; es una lección de educación financiera y personal. Cuestiona la visión tradicional del dinero como un fin en sí mismo —impulsada por la sociedad, la publicidad y el sistema educativo— y lo reposiciona como una herramienta. Al entender que el dinero no es un objetivo, sino un medio, se libera de la ansiedad de acumular y se centra en el estado de plenitud o paz.

De esta manera, mientras Carlos Alcaraz deslumbra con sus logros en la élite del tenis, Juanjo Moreno opera desde un segundo plano. Sin embargo, cada victoria, cada recuperación milagrosa y cada paso en la carrera del murciano llevan la huella invisible, pero indispensable, de este fisioterapeuta a quien con toda justicia llaman “el mejor del mundo”.