Ricky Gervais es un genio. Lo es como actor, como director y como cómico. El británico lleva años regalándonos obras de arte televisivas, con series como The Office o After Life, pero también cuando ha presentado los Globos de Oro.

¿Y qué me decís de sus descomunales monólogos, la mayoría de ellos, disponibles en Netflix: Humanity, Supernature, Armaggedon y ahora, el nuevo y esperadísimo show sobre los escenarios, recién salido del horno, que se ha estrenado en la plataforma hace 24 horas, este martes 30 de diciembre: Mortality. Un monólogo hilarante, irreverente, como suelen ser todos sus monólogos, donde se cachondea de todo quisqui, donde no deja títere con cabeza, donde se ríe de todo y de todos, traspasando líneas rojas y siendo todo lo contrario de alguien políticamente correcto, por ejemplo, cuando habla de hacerse mayor:
Gervais bromea sobre los pederastas, el racismo, la pena de muerte, los Globos de Oro que tantos años presentó, sobre la misma plataforma que le paga, la homosexualidad, hacer felaciones a Hitler, su entierro, la religión, Elton John, James Corden, Judi Dench, otros colegas de profesión, chistes autocensurados y todo lo que os podáis imaginar... También, de una tradición que ha hecho sacar espuma por la boca a muchos hiperventilados españoles, muchos patriotas y ultras que continúan defendiendo en pleno 2025, y a las puertas de un nuevo año que está al caer, una costumbre como es la tauromaquia. Grabado en el London Palladium de la capital inglesa, el cómico no se ha mordido la lengua a la hora de mostrarse brutal contra los toreros y contra los que les gusta ir a las plazas.

Hablando sobre la pena de muerte, admite que "nunca he apoyado la pena de muerte. Fui un joven liberal contrario a la pena de muerte. Ahora soy un viejo liberal, todavía en contra, pero me encanta cuando matan a alguien mientras hace algo que no debe", y pone como ejemplo algún secuestrador o algún asesino: "Por ejemplo, un tipo en Brasil en un vídeo de rehenes en el que apunta a una chica en la cabeza. 'La poli no me pillará vivo', dice. Y después el tirador le revienta la cabeza. Me encanta. Pausa. Rebobino". Y pone otro ejemplo de a quién no le da cosa ver cómo matan... a los toreros: "O cuando un torero muere corneado. Esa es mi favorita. Especialmente si le meten el cuerno por el culo. Lo llamo un 'hole in one', un 'agujero en uno'" (haciendo referencia al término que se utiliza en el mundo del golf cuando embocan la bola al primer golpe).

No es la primera vez que Gervais atiza a los amantes de la tauromaquia. De hecho, es uno de sus caballos de batalla, él que es un ferviente defensor de los animales. En otras ocasiones ha dicho también que "La verdad es que prefiero que gane el toro. Prefiero que no luchéis contra el toro, pero si lo hacéis, si elegís torturar un toro hasta la muerte por diversión, espero que se defienda. Y la autodefensa no es delito. ¿Quién quiere torturar a un animal hasta la muerte por diversión? Y ¿qué clase de putos imbéciles van a verlo? 'Voy a torturar a este toro hasta la muerte. Estará asustado y lo haré lentamente, apuñalándolo con cosas para que pierda sangre'. Está aterrado, la gente grita y está desorientado. Solo quiere que pare. El toro no ha hecho nada malo y no quiere luchar. Yo no quiero que luchéis contra el toro y el toro no quiere luchar. Si elegís luchar contra un toro por diversión: ¡Que os jodan!". O: ""Leo cosas en Twitter como: 'No estoy de acuerdo con los toros, pero el tío no merece morir'... El toro se está defendiendo, ¿qué va a hacer? Tiene cuernos e intenta parar a un sádico que lo quiere torturar hasta la muerte. Y la gente dice: 'Es una tradición'. También la esclavitud. ¡A la mierda la tradición! También lo era la caza de brujas o el sacrificio de niños".

...Ganas ya de que haga otro monólogo de los suyos. Porque Mortality nos lo hemos visto en un pis pas y tenemos ganas de más.