Telecinco vive semanas decisivas para su futuro más próximo. El capo de la cadena, el italiano Paolo Vasile, dejará el cargo de CEO en medio de la tormenta por los batacazos de audiencia, que no cesan. Con su salida se abren muchos interrogantes: qué pasará con 'Sálvame' o Jorge Javier Vázquez, por ejemplo, o si continuarán con su apuesta por realities cada vez más cutres como el que actualmente está en marcha, 'Pesadilla en el paraíso'. Un concurso con aquel sabor en producto ultracongelado y recalentado 6 veces en el microondas, como fue 'Secret Story' o 'La Casa Fuerte', verdaderos desastres televisivos que no han hecho más que profundizar la hemorragia de la cadena. Incluso 'Supervivientes' pierde comba, una de las joyas de la corona. Vasile hace las maletas y quizás en su equipaje se llevará todo este legado insufrible. O no, vete a saber.
Una de las últimas apuestas en cuestión de realities ha sido incluir en la nómina de concursantes a familiares del rey Felipe VI. Por ejemplo, Ignacio de Borbón, un joven primo lejano del monarca que en teoría se dedica a hacer de modelo. Pues bien, en la edición de 'Pesadilla' han repetido la operación. Otro primo del rey que también se gana la vida como modelo. Este, sin embargo, es mucho más particular. Es todo un personaje: Juan Alfonso Milán. Un tipo de imagen muy macarra, a medio camino entre un miembro perdido de The Ramones y el doble de Iggy Pop, descendiente de la aventura del abuelo Alfonso XIII con la niñera. EN Blau le dedicó un artículo hace algunos meses, destacando que aparte de su aspecto pintoresco se declaraba como monárquico a ultranza aunque sus parientes pasen de él olímpicamente. No los conoce. Su sueño, que lo reciban en Zarzuela algún día. No parece que lo hará realidad pronto, la verdad.
El caso es que Juan Alfonso está viviendo la experiencia del concurso, ambientado en una granja, y le está pasando factura. Con todo el respeto: parece que la jungla friki en la que se ha metido le está viniendo grande. El hombre ha empezado a añorar a su pareja, el estilista Paloma González Durántez. Y le ha declarado amor eterno desde la cadena amiga. Lo que no se esperaba, sin embargo, es que la susodicha no compartiera este sentimiento. Y se enterado de la manera más cruel que se podría imaginar: rechazado y abandonado en directo y en prime time. La habían invitado a visitar la casa para animarlo en la recta final del concurso, pero ella dijo que ni muerta. Y que por mucho que Milán declarara su amor, se podía ir a freír espárragos por llevar, supuestamente, una doble vida. Un hecho del que se ha enterado durante estas semanas. Eso sí, conectó vía telefónica con el concursante para decirle de primera mano que "bienvenido a la soltería". Juan, de piedra. Le pinchaban y no salía sangre.
El drama amoroso del pariente borbónico va más allá, porque antes de que Juan fuera conocedor de la decisión de Paloma, el gran público fue el primero en saberlo. ¿Cómo? Gracias a Instagram. La estilista hizo una publicación absolutamente demoledora: "Le he amado con toda mi alma, pero yo que jamás he entendido la mentira estoy devastada con lo que he vivido en los últimos meses. El amor son acciones, no palabras". La paliza, antológica. Y su imagen pública, hundida.
El universo borbónico y sus satélites siempre la pifian con la misma piedra: las infidelidades y la mentira. Va en el ADN. Juan Alfonso, te has lucido. Esto sí que es una 'Pesadilla en el paraíso'.