Televisión Española vuelve a cambiar de método para escoger a su representante para Eurovisión 2020. De cara al certamen del próximo año, la cadena pública escogerá internamente a "un artista conocido" para que ondee la bandera de España, después de cuatro años seguidos utilizando un proceso de selección televisado del cual han salido tres cantantes catalanes consecutivos confesadamente críticos con el Estado: Manel Navarro (2017), Alfred (2018) y Miki (2019).

TVE recuerda que este sistema de designación directa se utilizaba con normalidad hasta el 2000. Con el cambio de milenio sin embargo, habían ido proliferando gran variedad de formatos (Eurocanción, Misión/Destino/Objetivo Eurovisión y Operación Triunfo), donde los espectadores y un jurado profesional seleccionaban a los representantes, la mayoría de ellos, obteniendo un éxito más bien discreto en el concurso, la segunda tabla de la clasificación, del 15º lugar hacia abajo.

Torrespaña, empeñada a mejorar en puntos, pretende restaurar la elección a dedo a pesar de haberlo probado cuatro ocasiones en la última década, en el 2006 con Las Ketchup, en el 2012 con Pastora Soler, en el 2013 con El Sueño de Morfeo y en el 2015 con Edurne, tampoco con mucha suerte. Salvo Pastora, que consiguió una 10ª posición en Bakú (Azerbaiyán), el resto de intérpretes volvieron a casa con la cabeza bajo el ala y una losa que hoy día todavía los pesa.

Entre los nombres que ya suenan para representar en el Estado en Róterdam hay el de la andaluza Diana Navarro, que había firmado todo el papeleo para viajar a Lisboa hasta que el movimiento Almaia le arrancó de cuajo Eurovisión, la canaria Cristina Ramos, vencedora y finalista de una multitud de 'talent show' (Vaso Talento de España, Estados Unidos y China y La Voz de México) y el murciano Blas Cantó, exintegrante de la conocida 'boy band' del país Auryn.