No importa la edad que tengas si mantienes la ilusión: la llegada de los Reyes Magos es siempre un motivo de alegría. Bien, a veces no es exactamente como te lo imaginas o como lo deseas, pero las cosquillas en el estomágo no te las quita nadie. Es lo que ha querido compartir con todos sus seguidores al director catalán de 'Sálvame', David Valldeperas, que a pesar de sus 47 años mantiene vivo el espíritu infantil de esta jornada. Este año, además, quizás era más necesario que nunca: a las penurias de la pandemia se añade la tristeza por haber roto con su pareja, el ilustrador Xoan Viqueira.

valldeperas xoan GTRES

David Valldeperas y su ex, Xoan Viqueria / GTRES

Valldeperas no ha perdido, sin embargo, el humor. Lo podemos comprobar con una foto increíble de su niñez, en la que aparece acompañado de Melchor el día antes de la mágica llegada de Sus Majestades. La imagen es sorprendente por dos motivos: uno, su cara de pocos amaigos, justificada por una decepción que lo acompañó durante años. "El mosqueo venía de años atrás. Yo quería ver y tocar a los camellos pero siempre estaban demasiado cansados para entrar en el salón de casa." Este año, asegura, tampoco ha tenido suerte y los animales del séquito se han vuelto a quedar en el rellano de su casa. El segundo motivo es despampanante y físico. O capilar, mejor dicho: el barcelonés, al que siempre hemos conocido con el pelo oscuro, era rubio como un escandinavo. No parece él.

David Valldeperas de niño rubio @davidvallde

David Valldeperas niño rubio / @davidvallde

  • @omarsu : Pero si eras rubíiiiisimo
  • @carlotacorredera: Esa carita es impagable y tu pelo rubio, angelical
  • @raulgtriguero: Pero por favoooorrr!!! 
  • @sebas_ll_a_d_o: Menudo cabreo! Apuntando manera
  • @egilvaldes6: Qué guapo i roset
  • @fertwo_be: Ooohhh el mismo gesto que hoy en día cuando te cabreas

David Valldeperas moreno @davidvallde

David Valldeperas pelo oscuro / @davidvallde

Con el paso de los años, en vez de "peinar canas", Valldeperas ha oscurecido su cabellera de forma espectacular. Sabíamos que la tele engordaba y todo eso, pero nunca habíamos documentado este fenómeno.