Cada vez que Arnaldo Otegi es entrevistado en una TV los ultras se colapsan. Otegi con Jordi Évole en Salvados, Otegi en el primer Preguntes freqüents de Ustrell en TV3 o en el último Quatre gats en que, entre Otegi y Ustrell quien quedó mal fue el presentador. La biografía del coordinador general de Bildu es extensa, con ningún delito de sangre pero varias condenas que van del secuestro al enaltecimiento del terrorismo. Ha cumplido todas las cuentas pendientes con la justicia y algunos lo ven como futuro lehendakari. Bildu tiene 4 escaños en el Congreso que pueden ser decisivos para la investidura de Pedro Sánchez. Como tal puede ser entrevistado por cualquier medio y lo hace TVE.

Los ultras coinciden sobre los independentistas catalanes y Bildu: son diputados que no merecen serlo. Desprecian a los centenares de miles de votantes que representan sus señorías Rufián, Borràs u Otegi. PP, Cs, Vox, la Asociación Víctimas Terrorismo (cuyo expresidente es senador de Vox) y sus seguidores en twitter critican no ya que sean diputados sino que se les entreviste. Este es el nivel:

Tuits de PP, el portavoz de Cs columnista de Mundo Jorge Bustos y Vox. Nada nuevo. Lo que es nuevo es que la red ya no comulga con que nadie dicte a quién se puede y a quién no se puede entrevistar. Solo faltaría que alguien fuera inintrevistable porque lo digan Casado o Bustos. Un tuitero ha hurgado en una herida del anterior jefe del Estado: Juan Carlos mató de un disparo, accidental, a su hermano pequeño:

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EFE

Ya pasó cuando Informe Semanal entrevistó a Orol Junqueras, furia ultra contra el mero hecho de entrevistarlo. TVE no puede entrevistar diputados electos según las derechas. ¿Zaplana podría ser entrevistado como preso preventivo en libertad por enfermedad? Está ocupado paseando por Benidorm. Ningún periodista puede criticar hacerse una entrevista sino las preguntas concretas que se le hagan. Lo contrario sí que es fascismo.