Cristiano Ronaldo tiene siempre una imagen de seguridad, de ser, además de un excelente jugador de fútbol, una máquina de vender calculada al milímetro. Cuando se quita el corsé de la imagen que él mismo se empeña en proyectar, de vez en cuando regala algunas perlas de humanidad, o de naturalidad, mejor dicho, que se agradecen. Lo hizo una vez, al acabar un partido, cuando no se cortó un pelo al quejarse porque el público lo silbaba y dijo aquello de: "me tienen envidia porque soy rico, guapo y un gran jugador". O cuándo en el último sorteo de la fase de grupos de la Champions, sentado al lado de su némesis, Leo Messi, le hizo una propuesta confidente: "Todavía no hemos ido a cenar juntos, pero espero hacerlo algún día".

cristiano y messi

La Sexta

Un Cristiano bromista, soltado y sonriente. Bien diferente del que hemos visto en el programa Good Morning Britain. Allí CR7 se vino abajo. El jugador de la Juventus no está acostumbrado a romperse en público, pero no pudo contener las lágrimas cuando el presentador inglés Piers Morgan le enseñó un vídeo inédito de su difunto padre, José Dinis Aveiro, en una entrevista para la cadena ITV. El padre de la estrella portuguesa murió hace 14 años a los 52 años, por culpa de problemas derivados con un severo alcoholismo que sufría. En la entrevista, Aveiro explicaba el orgullo que sentía por su hijo, un Cristiano que cuando quedó huérfano de padre tenía sólo 20 años y empezaba a despuntar.

cristiano y padre

"Nunca había visto este vídeo", confiesa emocionado a Ronaldo. "No esperaba llorar. Es increíble. Necesito estas imágenes para enseñarlas a mi familia". El jugador añade que no tuvo una relación muy estrecha entre padre e hijo: "No lo conozco al 100%. Era alcohólico. Nunca tuve con él una conversación normal. Fue difícil", dice un Cristiano que lamenta que a su padre no lo viera convertirse en el jugador que es ahora y que nunca le vio recibir tantos premios.

Un Cristiano más vulnerable y sincero que nunca.